Tema de hoy: Apóstatas

En España, hacerse católico es muy sencillo. Ni te das cuenta. Eres un bebé sin uso de razón cuando el cura lleva a cabo la ceremonia del bautismo. Con esa ceremonia surge una ficha eclesiástica, semejante a la de los partidos políticos, con la diferencia que uno se apunta a un partido sabiendo lo que hace, y, sabiendo lo que hace, puede decidir abandonarlo y afiliarse a otro partido.

En España, la Iglesia católica considera la apostasía como un grave pecado. En países como Alemania, salirse de la Iglesia es un acto administrativo sin importancia, siendo suficiente con rellenar y firmar un formulario en el Registro Civil competente. Pero en España, la Iglesia católica hace recorrer un tortuoso camino burocrático al “apóstata” y se niega a anotar en la ficha del bautismo que se ha dejado de ser católico, como lo exige la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). La AEPD ha perdido ahora un recurso ante el Constitucional, después de que la Iglesia católica hubiese presentado y ganado ya un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. ¿Justicia católica? No en vano piden muchos ciudadanos que España sea, de una vez, declarada laica. El laicismo es el gran enemigo de la Iglesia nacionalcatólica.