Muchas cosas cabe reprochar a ZP con su talante y lo he venido haciendo en esta rúbrica. Para mí, uno de los grandes errores de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido creer que es posible el diálogo con sus dos encarnizados enemigos: el PP y la Iglesia, dos aliados inseparables. Sobre todo con los santos obispos españoles, Zapatero ha tenido, y tiene, unos modales exquisitos, haciendo muchas concesiones, como la de los colegios religiosos (católicos) subvencionados por el Estado, donde se inculca a los alumnos no en primera línea la cultura, sino los disparates del catolicismo. El Estado sigue regalando al pobre Vaticano unos 7 millones y a la Iglesia nacionalcatólica española unos 4 millones de euros, una Iglesia que posee un enorme patrimonio, que sigue aumentando, por el que no paga impuestos. ¿Quién ha subvencionado la visita del Papa a España? ¿Cuánto le ha costado al Gobierno de Zapatero que los obispos alejen de su emisora, la COPE, al provocador Jiménez Losantos, un “angelito” que merece su apellido? No quiero decir que Zapatero haya pagado ni un euro por silenciar a Losantos, pero sí gastado mucho tiempo en convencer vía Vaticano a los obispos la inconveniencia del agresivo y grosero tono de dicho caballero. En fin, en este caso, cada cual tendrá su versión. No es verdad que Zapatero haya apartado a un sector de la sociedad de la Iglesia católica española. Leyes controvertidas, como la del aborto, encuentran el rechazo de muchos católicos no practicantes e incluso de ateos. No ha habido imposición. Lo único que ZP quiere, al igual que una mayoría de los ciudadanos, es que España sea laica: no un Estado aconfesional, sino una nación laica, de acuerdo con la realidad sociológica. ¿Por qué tiene tanto miedo el altar al laicismo?
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