Chupar de la teta“. = Su significado real es cuando un bebé succiona el pezón de la madre para alimentarse de la leche materna. En sentido figurado se utiliza para dar a entender que alguien se aprovecha de una o varias personas o de un colectivo (por ejemplo una ONG) para vivir sin dar golpe. También, siempre en sentido peyorativo, para caracterizar a una cierta categoría de individuos que, muy a menudo, sin tener la suficiente cualificación ocupan cargos (generalmente políticos) que les permiten llevar un nivel de vida que jamás tendrían si se tuviesen que ganar el sustento en el oficio que aprendieron. Se usa también cuando algún tipo de asociación, ente público o partido (aquí podríamos incluir a las autonomías y sus diversos organismos dependientes) recibe subvenciones injustificadas para poner en pie proyectos que dan empleo a un montón de estómagos agradecidos y cuyo resultado final es nulo. En un contexto muy parecido podríamos citar la expresión “chupar del frasco” o “chupar del bote” que se emplea mayoritariamente para describir el modus vivendi de ciertas personas que, sin esfuerzo personal, se aprovechan de modo parasitario del sistema para percibir subsidios o ayudas que, en realidad no les corresponderían (por ejemplo, de la S.S., desempleo, bonobús, etc.) y que van en detrimento de otras capas de la sociedad que, habiendo trabajado toda su vida, se lo merecen más.
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