jueves, 7 de noviembre de 2019

PINCELADA: La Casa-Museo Antonio Machado






El pasado domingo llegué a eso de las 12 a Segovia procedente de Valladolid.  El tiempo era bastante soleado, así que dejé la maleta sin deshacer en mi alojamiento, en pleno centro de Segovia, y dirigí mis pasos a la Casa-Museo de Antonio Machado, relativamente cerca del Restaurante El Bernardino que mi casera me recomendó para el almuerzo y donde, por cierto, comí pésimamente por el precio. Tenía tiempo de sobra puesto que La Casa-Museo cierra los domingos a las 15 horas.

Estaba muy emocionada porque mi difunto marido y yo hemos adorado la obra de Machado desde siempre y no hay tampoco que olvidar que ésta es, nada más y nada menos, la única Casa-Museo del poeta que se conserva en España. Manuel y yo habíamos ya visitado en más de una ocasión, con motivo de nuestras vacaciones y alguna comida por esa zona, la tumba del poeta en Colliure, muy cerquita de Perpiñán, ciudad donde vivían mis tíos maternos desde 1931. Una tumba preciosa dentro de su sencillez, ornada con la bandera republicana y en la que nunca faltan flores frescas.
 
Sita en la calle de los Desamparados, en pleno casco antiguo de Segovia, la humilde vivienda que Antonio Machado (26 de julio de 1875 - 22 de febrero de 1939) habitó desde 1919 a 1932 es tan pequeña que se puede recorrer enterita en media hora sin perderse detalle. Por aquel entonces era una pensión en el primer piso de la finca y, a juzgar por las pocas fotografías que quedan de la época, dudo mucho que fuese tan bonita como la casita actual, reformada y amueblada de forma sencilla pero bastante confortable.
 
Machado había ganado una plaza de profesor de francés en un instituto de la ciudad. Al parecer, la patrona del alojamiento era una señora viuda con dos hijas, cuyo único medio de subsistencia era la casa de huéspedes que regentaba. Tenía en total tres huéspedes, Machado y otros dos más, ambos funcionarios. Pagaban 3,50 pesetas al día por la pensión completa. Machado sólo vivía allí entre semana. Los fines de semana los pasaba en Madrid, a donde se trasladaba en tren.
 
Esta vivienda y sus enseres domésticos nos dan una idea de cómo pudo haber sido el día a día de la vida de Machado en una casita típica segoviana de finales del siglo XIX/ principios del siglo XX.
 
Machado, junto con otros intelectuales de la ciudad, fundó la Universidad Popular de Segovia, de la que fue nombrado director honorario en 1927. La misma que compró esta casa y la reformó. En el año 1951 se compró el piso; en 1959 los muebles de la habitación y del comedor; en 1974 se compró la totalidad de la finca, y, no hace mucho, lo que es el patio trasero de la casa. La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, antigua Universidad Popular, sigue siendo la propietaria del museo.
 
La casa, muy modesta, como la mayoría de las de aquella época, sobrevivió bastante bien a los embates del tiempo. Conserva intocados los patios, los muros, la práctica cocina económica, el pasillo, el comedor común y su habitación, que incluye una estufa de petróleo que, al parecer, le regaló su hermano Manuel para que calentase su cuarto cuando más arreciaba el frío segoviano. En la casa tampoco podía faltar la referencia, aunque sólo sea en una vitrina, a Pilar de Valderrama, “Guiomar”, apodo que le puso  Antonio Machado nada más conocerla, musa y gran amor del poeta.
 
Según la Oficina de Turismo, el año pasado se contabilizaron 18.932 visitas al Museo. Y este año, en el que se celebra el centenario de la llegada de Machado a Segovia, la Casa-Museo ya ha recibido más de 9.000 visitas., casi todas de foráneos. Según se quejaba amargamente una empleada de la Oficina de Turismo, pocos segovianos se acercan hasta allí y muchos no saben ni siquiera dónde está. ¡Una auténtica pena tratándose de uno de nuestros más grandes poetas!
 
Información (horarios de apertura, visitas guiadas, etc.):
Casa de Antonio Machado
Calle de los Desamparados, 5
Tel. 921 46 03 77
 
Margarita Rey
 
 

RECUERDOS DE MI MANUEL





Nuestra lengua

“Tren Botijo”. = Se llamaba así a un tren que, en verano, unía la capital con ciudades costeras como Alicante. Hacía innumerables paradas en el trayecto. Lo de botijo es debido a que la gente solía llevar como parte de su equipaje un botijo para calmar la sed durante el viaje.

“Ser como la espada de Bernardo que ni pincha ni corta” = La frase alude a Bernardo del Carpio, caballero que, luchando contra los moros en Roncesvalles, golpeó su espada contra una roca y la dejó sin filo. Cuando alguien “ni .pincha ni corta” es que no es importante, que no tiene ningún poder de decisión.

“Naranjas marca Claro de Luna”. = Naranjas robadas durante la noche, para venderlas al margen de los mercadillos.

“Manda uebos” = La necesidad obliga. No tiene nada que ver con los huevos de la gallina o con los bajos masculinos. Del latín Opus, "uebos" significa necesidad. El popular “manda huevos” es sólo una distorsión de “manda uebos.

“Quien con niños se acuesta, mojado (cagado) se levanta” = Quien trata con inmaduros, no puede extrañarse si sale perjudicado.

“Donde hay patrón, no manda marinero” = Solamente el jefe puede dar ordenes.

“El hábito no hace al monje” = No hay que fiarse de las apariencias. El aspecto exterior no dice nada de la clase social de la persona. Similar: “Las apariencias engañan”.

“Quien bien te quiere, te hará llorar” = Sólo los familiares o los buenos amigos te dicen la verdad (aunque ésta no sea agradable).

“Carpanta”. = Hambre violenta. Figura de un tebeo (comic), que fue muy popular en la posguerra. Es un pobre hombre siempre hambriento. Cada vez que consigue comida (generalmente un pollo asado, algo que sólo se podían por aquel entonces permitir los ricos) suele ser un sueño, una imaginación o alguien le impide comer.

“Ser un tocahuevos”. = (col.) Alguien que fastidia o molesta con constantes quejas infundadas.

Manuel Moral (✝ 24.04.2017)


 

PENSAMIENTO




 
 
“Cuanto más corto se hace el futuro,
más rápido pasa el presente”.

M.M.