Tema de hoy: 110

Desde el pasado lunes, 7 de marzo, en las autovías y autopistas españolas se circula, por orden del Gobierno, a un máximo de 110 km/h.

Las opiniones, como siempre, están muy divididas. Los hay quienes despotrican contra la medida, a la que atribuyen más intenciones recaudatorias que la finalidad de ahorrar gasolina. Principalmente, los críticos son aquellos que a veces incluso superan los 120 km/h. permitidos hasta el lunes y nos pasan por la derecha o por la izquierda a más de 140 km/h. Parece como si esos conductores creyeran que llevan en la entrepierna los PS de sus modernísimos autos. Hay que temer poco efectos recaudatorios dados los insuficientes controles que vemos en las autovías y autopistas españolas, en las que todo el mundo va a su aire. Por otra parte, hay automovilistas que aprueban la nueva norma de Tráfico y opinan que la diferencia entre 120 y 110 (como actualmente) es casi insustancial y tiene la ventaja de, efectivamente, ahorrar carburante. Otros vas más lejos: según opiniones de los lectores, lo mejor hubiese sido ordenar la circulación a 100 km/h. Es una velocidad que da más seguridad, puede contribuir a que disminuya el número de accidentes mortales de tráfico y, por otra parte, nos permite disfrutar de los paisajes españoles, que figuran entre los más bellos de Europa.

El PP, como es lógico, rechaza la medida para ahorrar energía, calificándola de “parche”, como todas las demás medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno. Según el PP el ahorro será mínimo y grandes serán las molestias causadas a los ciudadanos. Un camionero se quejaba de que el gremio no sabía cómo iban a entregar puntualmente la mercancía si tenía que circular a 110 km/h. Aquí cabe observar que hemos visto a camioneros que hasta ahora iban a más de 130 km/h, para llegar con puntualidad.

Hay que esperar hasta junio para saber si ha valido la pena limitar la velocidad a 110. En caso positivo cabe una prolongación. Una cosa está clara: Energéticamente, España depende del petróleo (y gas) del norte de África. Dada la actual situación caótica en algunos países norteafricanos, entre ellos Libia, uno de los principales proveedores de petróleo de España, el Gobierno español hace muy bien en prever lo peor.