Actualmente, Televisión Española (la Uno, la Dos y 24 horas) es una de las más renombradas del mundo. En el prestigioso Festival Internacional de Televisión y Cine de Nueva York, “Águila Roja”, “23-F: Día más difícil del Rey” y “Un día en El Bulli” recibieron el pasado 3 de mayo tres galardones de la crítica neoyorquina en el Festival Internacional de Televisión y Cine. Ya en el Festival de Montecarlo, el Canal 24 horas quedó finalista.
Cito estos botones de muestra para indicar los niveles de calidad que ha conseguido TVE (1,2, 24 h.) durante el Gobierno del PSOE, que convirtió a la televisión pública en una corporación, cuyo presidente es elegido por el Congreso. Los informativos de TVE son impecables en su objetividad, buena presentación y una amplia paleta de corresponsales en todo el mundo. “La noche en 24 h” es un espacio informativo con debates, presentados con imparcialidad y ecuanimidad. No pertenece a esa clase de debates de las privadas, en la que los contertulios parece que se van a pegar: nadie deja hablar a nadie. A mí, este programa me parece un gag de la emisora del corazón para darle más emoción al espacio. Merecidamente, “Amar en tiempos revueltos” llegó a ser un hit entre las series televisivas: memoria histórica, emocionantes aventuras (reales), amores ahogados por la tragedia de la guerra civil y de la posguerra o por la desgracia personal, eran las piezas que componían este apasionante puzzle televisivo. En la actual temporada, la serie deja mucho que desear. Resulta aburrida con sus relatos de amores juveniles y adultos, repetitiva en las escenas del bar “El Asturiano” y sólo de pasada se trata la especulación con los negocios turbios de un ex combatiente, don Andrés, asistido por un duro y beato falangista, don Matías. Lo único que puede interesar como relato macabro, la desaparición de una profesora de baile urdida por su anormal hermana, es estirado como una goma desde hace un par de semanas.
Me pregunto qué va a ser de RTVE si el PP gana las nuevas elecciones generales, cosa muy verosímil si el PSOE no se pone ya las pilas. El PP, con su vocación totalitaria, se apoderará de la corporación y la remodelará conforme a su excluyente ideología de derechas. Más de un buen profesional perderá su puesto de trabajo para que lo ocupe el equipo propagandístico del PP. Lo ideal para el PP será quizá una copia de Intereconomía, con la afluencia de información de los periódicos digitales de extrema derecha, todos afines al Partido Popular.
Cito estos botones de muestra para indicar los niveles de calidad que ha conseguido TVE (1,2, 24 h.) durante el Gobierno del PSOE, que convirtió a la televisión pública en una corporación, cuyo presidente es elegido por el Congreso. Los informativos de TVE son impecables en su objetividad, buena presentación y una amplia paleta de corresponsales en todo el mundo. “La noche en 24 h” es un espacio informativo con debates, presentados con imparcialidad y ecuanimidad. No pertenece a esa clase de debates de las privadas, en la que los contertulios parece que se van a pegar: nadie deja hablar a nadie. A mí, este programa me parece un gag de la emisora del corazón para darle más emoción al espacio. Merecidamente, “Amar en tiempos revueltos” llegó a ser un hit entre las series televisivas: memoria histórica, emocionantes aventuras (reales), amores ahogados por la tragedia de la guerra civil y de la posguerra o por la desgracia personal, eran las piezas que componían este apasionante puzzle televisivo. En la actual temporada, la serie deja mucho que desear. Resulta aburrida con sus relatos de amores juveniles y adultos, repetitiva en las escenas del bar “El Asturiano” y sólo de pasada se trata la especulación con los negocios turbios de un ex combatiente, don Andrés, asistido por un duro y beato falangista, don Matías. Lo único que puede interesar como relato macabro, la desaparición de una profesora de baile urdida por su anormal hermana, es estirado como una goma desde hace un par de semanas.
Me pregunto qué va a ser de RTVE si el PP gana las nuevas elecciones generales, cosa muy verosímil si el PSOE no se pone ya las pilas. El PP, con su vocación totalitaria, se apoderará de la corporación y la remodelará conforme a su excluyente ideología de derechas. Más de un buen profesional perderá su puesto de trabajo para que lo ocupe el equipo propagandístico del PP. Lo ideal para el PP será quizá una copia de Intereconomía, con la afluencia de información de los periódicos digitales de extrema derecha, todos afines al Partido Popular.
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