Apenas había tomado posesión de su cargo la nueva presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ya llegaba la orden del jefe Mariano Rajoy, que vino a decir que Castilla-La Mancha, bajo el gobierno de Cospedal, tendrá que servir de ejemplo del plan del PP para solucionar los problemas de España. ¡Menuda responsabilidad le cae encima a de Cospedal! Tendrá que convertir su gobierno en un laboratorio, en el que los cobayas sociopolíticos y económicos serán los castellano-manchegos. Deseo todo lo mejor a la bellísima región castellano-manchega.
La orden de Rajoy viene a confirmar lo que muchos sospechábamos. El PP no tiene programa para gobernar y como las medidas impopulares del PSOE, impuestas a todos los miembros por la Unión Europea, han sido la causa del descalabro electoral de los socialistas, el PP deberá sentir pánico si gana –muy seguro que sí, a no ser que en el PSOE se produzca un milagro– los nuevos comicios generales. No olvidemos que el PP pertenece a la familia conservadora, Partido Popular Europeo, y no podrá obrar en contra de sus directrices, como tampoco el PSOE, a pesar de ser socialista. A causa de la aplicación de las medidas de la UE, el PSOE sufrió el 22-M el revolcón electoral. Los votos del PP son prestados y son votos de la frustración y la ira de las clases bajas y la clase media. Un PP en el gobierno, aplicando las mismas medidas que el PSOE, lo va a pasar muy mal.
Así, pues, María Dolores de Cospedal con su Castilla-La Mancha ha de servir de ejemplo a Rajoy. Ser su piloto en la oscura noche de la economía y garantizar el éxito de los populares, que siempre han soñado con el sistema de partido único. Pero ahí está el PSOE, siempre tan amables, tan correctos –“el talante Zapatero”–. Barreda ha ofrecido a la “enigmática” de Cospedal su ayuda para orientarse y ha prometido una oposición leal. Pero lo cortés no quita lo valiente. El PSOE, si pierde, tiene que hacer una oposición enérgica, sin contemplaciones, pero no como el PP, cuya oposición está siendo la más sucia y torticera de la historia de nuestra aún joven democracia.
La orden de Rajoy viene a confirmar lo que muchos sospechábamos. El PP no tiene programa para gobernar y como las medidas impopulares del PSOE, impuestas a todos los miembros por la Unión Europea, han sido la causa del descalabro electoral de los socialistas, el PP deberá sentir pánico si gana –muy seguro que sí, a no ser que en el PSOE se produzca un milagro– los nuevos comicios generales. No olvidemos que el PP pertenece a la familia conservadora, Partido Popular Europeo, y no podrá obrar en contra de sus directrices, como tampoco el PSOE, a pesar de ser socialista. A causa de la aplicación de las medidas de la UE, el PSOE sufrió el 22-M el revolcón electoral. Los votos del PP son prestados y son votos de la frustración y la ira de las clases bajas y la clase media. Un PP en el gobierno, aplicando las mismas medidas que el PSOE, lo va a pasar muy mal.
Así, pues, María Dolores de Cospedal con su Castilla-La Mancha ha de servir de ejemplo a Rajoy. Ser su piloto en la oscura noche de la economía y garantizar el éxito de los populares, que siempre han soñado con el sistema de partido único. Pero ahí está el PSOE, siempre tan amables, tan correctos –“el talante Zapatero”–. Barreda ha ofrecido a la “enigmática” de Cospedal su ayuda para orientarse y ha prometido una oposición leal. Pero lo cortés no quita lo valiente. El PSOE, si pierde, tiene que hacer una oposición enérgica, sin contemplaciones, pero no como el PP, cuya oposición está siendo la más sucia y torticera de la historia de nuestra aún joven democracia.
La "oposición terrorista" e irresponsable no se puede premiar con "el caramelo" de las elecciones... quien "por probar" o por castigar a votado al PP... Primero probar, luego comer y terminaremos tragando (Italia nos precede en ésto). Los ideales no se pueden olvidar y los partidos "no son lo mismo". No podemos dejar de ser críticos con nuestros actos (siempre constructivamente), diligentes en las decisiones, eficaces en el gobierno y exigentes como ciudadanos y si la conclusión es que la democracia debe dar un giro (porque está enferma sin duda, y la corrupción es la que provoca la metástasis) debemos intentar atacar los núcleos aislados con medicación... no mandar una bomba que paralice y mate al sistema... porque no olvidemos que vivimos en Él!.
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