sábado, 11 de junio de 2011

Tema de hoy: El pepino de la discordia



Pasan los días, pronto los meses, y los horticultores andaluces, a la cabeza los almerienses, aún no reciben una compensación por las toneladas de pepinos y hortalizas destruidos, desde que la senadora de sanidad de Hamburgo lanzó el grito de alarma: “Tenemos la bacteria E. Coli. Está en los pepinos españoles."Entretanto ya habían fallecido dos personas en el norte de Alemania. En el momento de escribir estás líneas el número de fallecidos eran 28.

Hecho ya el daño –se lanzó una auténtica campaña contra el pepino español- los investigadores alemanes y españoles constataron que ni en los pepinos ni en las demás verduras no había ni rastro de la bacteria asesina. La gente es muy especial. Cuando se advierte de algún peligro tiene que pasar mucho tiempo hasta que se restablece la confianza. El miedo al pepino español sigue existiendo en Alemania y otros países y tenemos suerte de que no haya arraigado también en la propia España.

Ahora, los investigadores alemanes han descubierto otro producto (alemán) que podría ser portador de la E. Coli: los brotes de soja, que se consumen con las ensaladas. Lo penoso del caso es que según los científicos, los brotes fueron descubiertos en una granja ecologista del norte de Alemania.

Los alemanes se han disculpado y quieren hacer una gran campaña de promoción del pepino y las hortalizas españoles. Poco ayuda esto a los horticultores andaluces, que por culpa de una falsa alarma han tenido que destruir toneladas de estos productos, al tiempo que se destruían, también en Andalucía, todos los productos procedentes de la horticultura. Millones de euros perdidos. Pero ahora nadie quiere pagar los daños y perjuicios. Los alemanes señalan a la Unión Europea como instancia a la que han de dirigirse los perjudicados. La UE ha dejado entrever que estaría dispuesta a pagar unos 210 millones de euros, cantidad a todas luces insuficiente.

Ahora han empezado las reuniones en la “cumbre del pepino”, en la que la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, defiende los intereses andaluces. Espero que cuando ustedes lean esto, la señora Jiménez haya tenido éxito, haciendo que alemanes y Unión Europea juntos resarzan a los horticultores andaluces, que están viviendo una situación verdaderamente angustiosa, tanto por lo que respecta a sus empresas de horticultura como a los trabajadores.

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