He aquí una pregunta que nos venimos formulando desde hace más de mil años, sin que hasta ahora hayamos encontrado una respuesta. Si no lo conocen, les recomiendo que lean el libro: Manuel Azaña, José Ortega y Gasset “Dos visiones de España” “Cataluña y España, ¿un debate sin fin?” (Galaxia Gutenberg).
Ya desde nuestra prehistoria, España fue un país de paso, que, a veces, le gustaba tanto a los “viajeros” que decidían quedarse en él, Fue el caso del hombre de Atapuerca. Pero no hay que ir más lejos: los iberos, considerados como los más antiguos habitantes conocidos de “Spania” (“Spania es una voz fenicia y significa “tierra de los conejos”), vinieron de Argelia. No hace falta que les haga una relación de todos los pueblos que nos han visitado u ocupado en el transcurso de los siglos. “Hispania” llamaron los romanos a este bello país, que tanto debe a la civilización romana, aunque los romanos también esquilmaron las riquezas minerales de España (oro, plata) y sobre todo nos dejaron casi sin árboles, cuya madera necesitaban para las minas y para la construcción de sus barcos. Llegaron después los “godos”… y la cumbre fue la llegada de los árabes de Damasco, que permanecieron nada menos que 8 siglos en el país, dejando una maravillosa civilización, hasta que España, por fin, concluyó la Reconquista con los llamados Reyes Católicos en 1492 con la toma del último reino moro, Granada.
Los Reyes Católicos no llegaron a establecer una unidad en un marasmo de reinos (como los taifas árabes), aunque si consiguieron la unidad religiosa dando la preferencia al catolicismo (la mayoría) y, aunque también por motivos crematísticos, con la expulsión de los judíos. Desde entonces a mí España me parece una tortilla de patatas mal hecha. No existen los reinos, los marquesados y condados de la Edad Media, pero España no ha conseguido en el fondo acabar con anacrónicos particularismos. Es un país en el que fuerzas centrípetas y centrífugas mantienen un equilibrio, sobre todo en la periferia.
Tal vez con el Estado de las Autonomías, en el curso del tiempo, España sea una unidad querida por todos y respetando a otros hechos diferenciados. De la evolución de la Unión Europea depende también mucho a favor de esta nación, que sigue siendo admirada en todo el mundo por su belleza y su cultura. ¿Qué es España? Todos nosotros, una respuesta demasiado sencilla para una cuestión tan complicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario