Nuestra lengua: "Cada uno en su casa es rey...."

“Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley”. = Por mucho que se empeñen muchos hombres, la que tiene la última palabra en casa es su mujer (a veces, incluso, convierten a sus maridos en un cero a la izquierda).

“El remedio de la tía Mariquita que con aceite todo lo quita”. = El aceite es probadamente un excelente curalotodo.

“De tus hijos sólo esperes, lo que con tus padres hicieres”. = Si has tratado mal a tus progenitores y tus hijos lo han presenciado, no esperes que el día de mañana se porten ellos mejor contigo.

“No hay campana sin badajo, ni buena sopa sin ajo”. = El ajo, aparte de ser muy sano, es un excelente condimento, que enriquece incluso los guisos más humildes.

“La vecindad no siempre es fuente de amistad”. = Apunta a las rencillas que puede haber entre vecinos.

“No todo lo que crees es falso ni todo lo que ves es cierto”. = Otra versión de aquello de: “En este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira” (Ramón de Campoamor).

“Más vale callar y pasar por tonto que abrir la boca y demostrarlo”. = Sin comentarios.

“Sol que pica, lluvia indica”. = Al menos, eso es lo que dicen los campesinos (aunque con el cambio climático también ellos, entretanto, se equivocan).

“No todo son peces lo que entra en las redes”. = Los planes no siempre salen como uno había previsto.

“Socorro tardío, socorro baldío”. = Se dice cuando los consejos o la ayuda llegan demasiado tarde y ya no existe remedio alguno para arreglar la situación.

“Cada uno habla como quien es”. = El lenguaje refleja la educación que uno ha recibido y el carácter y personalidad que uno tiene.

“En la mucha cortesía hay siempre algo de falsía”. = Cuando se es exageradamente cortés, puede tratarse también de hipocresía.