“Hablar por boca de ganso”. = Esta locución se utiliza cuando alguien repite lo que le han inculcado los encargados de su educación (padres, escuelas, universidades), sin reflexionar si el contenido de sus enseñanzas se corresponde con la realidad o no. La frase tiene un origen que nada tiene que ver con los animales. Más bien se refiere a los antiguos preceptores de familias pudientes de antaño, que, cuando sacaban a sus pupilos a pasear, los llevaban en fila india como los gansos para no perderlos de vista. Por ese motivo, a esos maestros se les denominaba “gansos”. La mayor parte de esos preceptores solían dar a sus pobrecitos alumnos una educación “enciclopedista”, en la que se concedía más importancia a memorizar las lecciones que a ahondar en el contenido de los textos que se aprendían. Los severos pedagogos impartían sus clases sin aceptar discrepancias de opinión. Así pues, los niños repetían como papagayos las lecciones que habían aprendido. Fue entonces cuando se acuñó la expresión. Los discípulos, sin pararse a pensar, repetían las enseñanzas e ideas de su maestro, “el ganso”. Desde entonces “hablar por boca de ganso” es sinónimo de repetir lo que alguien ha sugerido, sin discernir si el contenido de lo que tontamente se está repitiendo tiene fundamento o no.
Margarita Rey
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