martes, 31 de mayo de 2011

Tema de hoy: Gran coalición








Pasados unos días después de las elecciones autonómicas y municipales ganadas por el PP, volveremos a la guerra de improperios como entre enconados enemigos. ¿Por qué no ser sensatos y pensar, no en los votos obtenidos por los partidos, sino en el bien común, en España.

No están los tiempos para purezas ideológicas. El discurso ideológico de cada partido es un asunto interno. Lo que importa es ese otro gran proyecto de salvar a España de la ruina y del “rescate”, que persiguen la UE, El Banco Central europeo y otros institutos crediticios, como el FMI, que ya han fagocitado a Grecia y Portugal. La meta común ha de ser España, no lo que piense el PP o el PSOE. Sería hora de que los dos partidos mayoritarios dejaran de mirarse con cara de perro y se prepararan para una gran coalición. Entre los dos partidos podrían conseguir más que uno solo y sin la suficiente mayoría. Los problemas urgentes a solucionar son, como todos sabemos, el paro, la situación de los jubilados y los sin techo. Por supuesto, es de vital importancia el crecimiento, lo cual presupone productividad y competitividad. PP y PSOE, si unen sus fuerzas, podrían sacar a España del profundo bache y devolverle su credibilidad en los foros internacionales.

¿A qué esperan el PP y el PSOE? ¿Tiene el PP vocación totalitaria? En vez de perder tiempo y energía en estas guerras de palabras: proyectos comunes, un pacto de Estado. El lobo nos está mirando.

1 comentario:

  1. Como siempre he leído con interés tus reflexiones, especialmente las relacionadas con las elecciones del pasado domingo. Interesante es también tu apunte sobre la conveniencia de que Zapatero anticipe la celebración de las elecciones. Sin embargo…
    Creo que, aunque con razón, el amplio sector de la población que está descontento con la política de Zapatero no ha sabido canalizar su sentimientos por mucho que pueda haber influido, quizás, en los últimos días Stéphane Hessel ,y su libro EMPÖRT EUCH! -“Indignaos!-
    Zapatero ha cometido muchísimos errores durante su mandato. Entre ellos permitir que un estado laico esté mangoneado por la iglesia. Que en un estado social los banqueros lleven la batuta y la lista podría seguir y seguir. Quizás, en vez de gobernar tanto, Zapatero debería haberse dedicado a leer más de la Historia de España para conocer mejor al pueblo al que gobierna. Salvando las innegables distancias entre el uno y el otro no hay que olvidar que “el mejor alcalde de Madrid, el que hizo de la Corte más puerca del mundo la más limpia” se vio obligado a huir a raíz de la revuelta contra Esquilache y todo ello por un decreto que contemplaba medidas para mejorar y ampliar la seguridad de los ciudadanos. Revuelta en la que la Iglesia Católica no fue, ni mucho menor, mera espectadora. Los tiempos vuelven…
    Zapatero no puede compararse con Carlos III pero, indudablemente, la presión ejercida por los autodenominados jefes exitosos de la Unión Europea, a su cabeza la Frau Merkel, la falta de un abuelo que le contara la realidad social vivida por esa España no tan lejana para algunos pero desconocida para los que tienen la suerte de haber nacido más tarde, le han entregado a flecos de políticas conservadoras y neoliberales. Si a ello le sumamos el egoísmo de un pueblo al que le prestaron el gordo de la lotería al adherirse a la Unión Europea comprendemos fácilmente no sólo tu frase de: “una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo”… Yo, por mi parte, añadiría eso de “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece… Ahora sólo queda esperar que a la vuelta de la esquina entre otros los castellano-manchegos y en muchos municipios de este solar ibérico el pueblo no empiece a rezar eso de “ virgencita, virgencita…” . La suerte está echada para los próximos cuatros o más años porque pronto empezaran a oírse las voces de los engaña pueblos que afirmaran desde su atalaya: “ lo heredamos, no podemos hacer nada. Se lo debemos al anterior gobierno, a los anteriores alcaldes…”.
    Los trasnochados y románticos de una mayor justicia social, de un mayor, mejor y más social repartimiento de las riquezas de esta nuestra tierra antes de apagar la luz, cerrar y marcharse deberíamos pedir, con nuestro último aliento de ilusión, al pueblo en el que tantas ilusiones depositamos que, por favor, no olviden que sólo hubo un Judas. Que la mayoría de un pueblo no puede convertirse en judas por unas promesas que la historia ha demostrado con creces que los conservadores nunca han cumplido. Debemos gritar a pleno pulmón que con la caída del Muro de Berlín, del sistema soviético, el CAPITALISMO se quedó sin opositores y ahora puede pasar el rodillo… Que Zapatero ha sido y es malo pero que no es, ni mucho menos, lo peor. Que no se sea tan cegato que no se vea la CRUZADA emprendida por el capital y los conservadores, contra los “últimos de Filipinas”: los tres únicos gobiernos socialistas-socialdemócratas de la Unión Europea (Grecia, Portugal y España), que no olviden que “Virgencita, virgencita …” se reza cuando el remedio es peor que la enfermedad aunque también hay que recordar eso de “Sarna con gusto no pica…” con la coletilla: “pero mortifica” .
    Un fuerte abrazo y ¡salud!

    ResponderEliminar