Tema de hoy: En vez de argumentos, odio

Las autonómicas y las municipales están ya a la vuelta de la esquina, y según se aproximan, aumenta la crispación del PP, cuyo líder Rajoy, en su impaciencia por hacerse con el poder, confunde con los comicios generales de 2012. De todas formas, el batacazo que pueda sufrir el PSOE en estas elecciones, será un indicativo de cómo está el patio para los socialistas.

Rajoy está jugando sucio. Atacar las medidas de austeridad del socialdemócrata, Zapatero, apoyadas por la conservadora canciller federal alemana, Angela Merkel, es una desvergüenza, sabiendo que éste es el único camino que deja Europa a España. Hablar de la autonomía de España en unos momentos en que países más importantes han pasado por el aro de las impopulares medidas, es un ejemplo de cínico patriotismo. Rajoy, en contra de sus promesas a las clases más bajas, no tendrá más remedio que seguir la ruta de Zapatero en el caso de que el PP gane las generales, medidas que, ya lo ha dicho, Zapatero, serán inevitables. Pero que Rajoy proclame a los cuatro vientos que España tiene graves problemas económicos, es no sólo echar agua a los molinos de quienes quieren también zamparse a nuestro país con su „rescate“, es decir, hipotecar a España financieramente por tiempo indefinido. Lo mismo dijo Aznar en su famosa conferencia en EE UU. Los poderosos institutos crediticios ya se han tragado a Grecia, Irlanda y Portugal. Ahora quieren a España, defendida por la conservadora Merkel. En estas circunstancias, las palabras de Rajoy (y de Aznar) pueden ser calificadas de „alta traición“. Todo sea por mi triunfo, pensará Rajoy. Los ingenuos que voten PP se llevarán una desagradable sorpresa.

Está bien orquestada la campaña del PP. Odio, en vez de argumentos. Populismo. Pescar en aguas revueltas. La derecha derechona ha sido siempre maestra en estos campos.