miércoles, 11 de mayo de 2011

Pincelada: Pájaros agoreros


"Pájaros agoreros" (aves agoreras). = Este término se utilizaba en la Antigüedad para designar a aquellas aves sagradas (como, por ejemplo, el búho) que, supuestamente, anunciaban algún mal futuro. Agorero significa adivino, (clari)vidente y proviene del latín augurium (en latín tardío agurium). De aquí se derivan los vocablos castellanos agorero y agüero. Actualmente, agorero se emplea para calificar a aquellas personas pesimistas que nunca pueden ver el futuro de color rosa, sino negro muy negro y donde acechan todo tipo de males y desdichas.

Desde tiempos inmemoriales, los hombres han tratado de conocer el porvenir. En la historia de todas las civilizaciones, encontramos a menudo testimonios sobre la existencia de magos y agoreros al servicio de los poderosos, que predecían el futuro o interpretaban los sueños de sus señores. Los agoreros intentaban descifrar las señales que creían ver en fenómenos de la naturaleza (eclipses, truenos, etc.). Los griegos y romanos predecían el mañana por el vuelo, picoteo y canto de los pájaros. Consideraban esos “augurios” o “auspicios”como una ciencia. En Grecia, a las agoreras encargadas de los oráculos se las denominaba “pitias”. Se trataba de mujeres muy respetadas por toda la sociedad, que desde la infancia se destinaban a estos menesteres en los templos (el más famoso fue el de Delfos). Los emperadores romanos, antes de tomar decisiones importantes, pedían consejo a los agoreros. Estos agoreros eran sacerdotes dedicados únicamente a la adivinación y tenían un alto rango en el Imperio. Estaban integrados en el llamado “Consejo de los Augures”. Los hebreos, sin embargo, reprobaban y condenaban los augurios y, en consecuencia a los agoreros, porque los creían peligrosos. En el Antiguo Testamento se puede leer:

"No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios."

Los astrólogos también tuvieron gran importancia en todas las culturas. La astrología nació en Babilonia y llegó a nosotros a través de Egipto. Se instaló en Europa sobre todo en la Edad Media, donde llegó a gozar de gran prestigio en las casa reales. Por aquel entonces, las ciencias ocultas florecieron y adivinos y agoreros utilizaron todo tipo de técnicas para engatusar y aterrar al pueblo llano. Los magos o hechiceros empleaban toda clase de instrumentos para ver el futuro: bolas de cristal, hierbas, péndulos, vísceras de animales, entre otros.

Por muy paradójico que parezca, en la actualidad vivimos un nuevo auge de este tipo de supercherías. No hay nada más que ver los programas nocturnos de televisión dedicados al tarot, a los horóscopos o la magia en general. Precisamente en momentos de crisis, son muchos los que recurren a adivinos, brujos, espiritistas y curanderos para intentar buscar una solución a sus problemas o para poner remedio a alguna enfermedad. Incluso se dice que no pocos políticos, hombres de negocios y artistas del mundo occidental consultan habitualmente a astrólogos. Y es que la Humanidad no aprende. Por mucho que nos empeñemos, seguimos llevando dentro de nosotros el gen del hombre de las cavernas, que se estremecía cuando veía caer un rayo en las cercanías de su cueva, asociándolo a algo sobrenatural que podía causarle la muerte: esa muerte que es el origen soterrado de todos nuestros miedos.
Margarita Rey

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