martes, 28 de diciembre de 2010

Tema de hoy: ¿Prosperidad?


Cuando felicito el nuevo año, jamás deseo prosperidad. Sería tan inútil como desear que a algún ser querido o a algún amigo entrañable le toque la lotería. Yo deseo a todos salud, el bien más preciado para cualquier ser viviente y mucho más para el ser humano. Gozar de buena salud equivale ya a prosperidad y felicidad.

Con la que está cayendo y la que caerá también en 2011, desear prosperidad es casi una burla. Lo que sí hemos de desear es que el Gobierno tenga el tacto de no perjudicar a los menos pudientes y que busque también el dinero entre los pudientes –empezando por los óptimos sueldos de algunos que trabajan para la ciudadanía y no me refiero a los pequeños funcionarios, sino a determinadas esferas políticas tanto en el PSOE como en el PP. Según las estadísticas que hemos podido consultar, el que menos gana es el presidente del Gobierno con 7.665 euros al mes.
La prosperidad no se desea, se crea entre todos. No es acertado denostar de la política y de los políticos, sino exigirles que creen las bases para que todo ciudadano pueda vivir una vida digna y, naturalmente, que los ciudadanos sigamos disfrutando de las ventajas de la democracia, en especial la libertad de información y la libertad de expresión u opinión. No hay que subvalorar la fuerza de la palabra. Por eso, las dictaduras la suprimen.

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