Ha sido detenido en Inglaterra, el hombre en la actualidad más buscado del mundo, Julian Assange, administrador de WikiLeaks en Internet, que ha estado suministrando millares de documentos secretos de diplomáticos y políticos estadounidenses, que ponen en evidencia lo que la mayor potencia mundial piensa de sus amigos y enemigos. Por lo que hemos podido leer, a veces son más aceptables las opiniones sobre los enemigos que las referentes a los amigos o aliados. El ex ministro español de asuntos exteriores ha declarado, según recoge El País, que Estados Unidos trata a España como país de quinta fila. Lo rusos no pueden estar muy contentos del pacto secreto de la OTAN de defender a los países bálticos cuando estalló el conflicto de Georgia. Los países bálticos temían que Moscú se volviera también contra ellos. El rey de Arabia Saudí tampoco puede estar muy contento porque se revelara a la opinión pública que deseaba que EE UU bombardease a Irán. Desde la publicación de los papeles secretos, entregados a importantes periódicos europeos como The Guardian, Le Monde, El País y el semanario alemán Der Spiegel, cada país mira a los otros a ver quién sale mejor parado. Por lo publicado, ninguno.
El administrador de WikiLeaks está ahora en una cárcel británica. El proceso contra él por la divulgación de papeles secretos va a ser difícil. El mundo aún podría enterarse de más cosas ocultas. De momento se acusa a Assange de algo así como “intento de violación”. ¿Se refieren ese intento de violación a una niña o a una mujer, o quiere decirse con este vaporoso término la “violación de documentos secretos”. También Estados Unidos está en la violenta obligación de pedir a Londres la extradición de Assange, una auténtica bomba de relojería ante un tribunal. ¿Podrá acusársele de alta tración? Seguro que el administrador de WikiLeaks no cerrará el pico, con todos los países del mundo pendientes del juicio. Un suicidio en la celda sería demasiado sospechoso. Mientras se despejan las dudas, una cosa es verdad: “No te dejes abrazar por el oso aunque sea tu amigo”.
El administrador de WikiLeaks está ahora en una cárcel británica. El proceso contra él por la divulgación de papeles secretos va a ser difícil. El mundo aún podría enterarse de más cosas ocultas. De momento se acusa a Assange de algo así como “intento de violación”. ¿Se refieren ese intento de violación a una niña o a una mujer, o quiere decirse con este vaporoso término la “violación de documentos secretos”. También Estados Unidos está en la violenta obligación de pedir a Londres la extradición de Assange, una auténtica bomba de relojería ante un tribunal. ¿Podrá acusársele de alta tración? Seguro que el administrador de WikiLeaks no cerrará el pico, con todos los países del mundo pendientes del juicio. Un suicidio en la celda sería demasiado sospechoso. Mientras se despejan las dudas, una cosa es verdad: “No te dejes abrazar por el oso aunque sea tu amigo”.
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