El pasado martes vi en Televisión Española (La 1) un reportaje sobre el patrimonio de la Iglesia católica española y cómo la Iglesia en gran parte lo ha ido adquiriendo y lo adquiere a costa de terceros. Lástima que estos espacios se emitan tan tarde. Pasada la medianoche, la mayoría de los ciudadanos se van a la cama porque los afortunados que tienen trabajo deben madrugar. En resumen, la Iglesia va adquiriendo casas y terrenos mediante un complicado proceso administrativo. Me pregunto si el Gobierno dispone de un seguimiento de lo que se emite, en especial en “la pública”. En tal caso cabe suponer que el gobierno tome cartas en el asunto.
Muy callada está actualmente la combativa Iglesia nacionalcatólica española. No en último lugar tras al regalo de la visita del Papa, los belicosos obispos españoles parecen satisfechos con lo obtenido hasta ahora del socialista José Luís Rodríguez Zapatero. O tal vez callen mientras dure la tempestad de los recortes sociales, no vaya a ser que alguien en el Gobierno socialista repare en los millones que obtiene la Iglesia sin pagar ni siquiera impuestos. La constitución lo ampara, según argumenta el clero, al constatar que España es aconfesional, que todas las religiones son iguales, pero (aquí está el gato en el saco) que la religión católica es la mayoritaria, con mucho, en España. No es de extrañar. La Iglesia siempre ha ejercido una gran influencia sobre la sociedad española. Y ningún bebé puede declarar que desea ser bautizado en otro credo.
Muy callada está actualmente la combativa Iglesia nacionalcatólica española. No en último lugar tras al regalo de la visita del Papa, los belicosos obispos españoles parecen satisfechos con lo obtenido hasta ahora del socialista José Luís Rodríguez Zapatero. O tal vez callen mientras dure la tempestad de los recortes sociales, no vaya a ser que alguien en el Gobierno socialista repare en los millones que obtiene la Iglesia sin pagar ni siquiera impuestos. La constitución lo ampara, según argumenta el clero, al constatar que España es aconfesional, que todas las religiones son iguales, pero (aquí está el gato en el saco) que la religión católica es la mayoritaria, con mucho, en España. No es de extrañar. La Iglesia siempre ha ejercido una gran influencia sobre la sociedad española. Y ningún bebé puede declarar que desea ser bautizado en otro credo.
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