A la derecha española, en su mentalidad perdonavidas, de vencedora, le falta, además de muchas características democráticas, la llamada cultura del debate. Salvo pocas excepciones, como en TVE 1 o CNN +, los debates que vemos en las demás televisiones privadas, son de pena o de cabreo, según se tome. Cada vez que habla algún periodista de tendencia izquierdista, los tertulianos de la derecha le interrumpen, con una serie de estúpidos argumentos a grito pelado, cuyo fin es acallar la voz crítica. Lo que se organiza en el plató es un guirigay, en el que no se entiende nada y que recuerda a las interferencias con las que el régimen franquista no dejaba oír a la emisora comunista “Radio España Independiente”. Los tertulianos de izquierdas no pueden soportar a la larga tanto palabrerío derechista gritado, que además no se entiende ¿Para qué? Su misión es que no se entiendan las razones de los otros.
Los representantes de la derecha tienen además el tino de que, si hay que repartir golpes, sea el último destinatario, Zapatero. Según la derecha, el presidente del Gobierno sería a fin de cuentas el responsable de la huelga salvaje del “Metro” de Madrid y de que no hubiese habido servicios mínimos. De esta manera, la derecha exonera a la presidenta de la Autonomía de Madrid, Esperanza Aguirre, a fin de cuentas la responsable de poner orden en su autonomía. Con poner orden no me refiero a la policía, sino a organizar los servicios mínimos, por cuyo cumplimiento velaría la policía, bien la municipal o, si la situación así lo requiriese, la Policía Nacional.
Entre grito y grito e histérico palabrerío por parte de la derecha, uno se queda con la duda: ¿Es que a la derecha le estorban los sindicatos –siempre que no le pisen los callos a Zapatero- y su modelo serán los sindicatos verticales de Franco?
No hay comentarios:
Publicar un comentario