Estrategias oblicuas — Ignacio Escolar @ 7:31 am
Atención, pregunta: en menos tiempo del que se tarda en leer el artículo 16 de la Constitución, ese que dice que España es un estado aconfesional, identifique cuál de estas cuatro citas sobre el apóstol Santiago es impropia de su lugar y su tiempo. Miguel de Unamuno, 1921: “Todo hombre moderno, dotado de espíritu crítico, no puede admitir, por católico que sea, que el cuerpo de Santiago el Mayor repose en Compostela”. Claudio Sánchez-Albornóz, 1971: “Pese a todos los esfuerzos de la erudición de ayer y de hoy, no es posible alegar en favor de la presencia de Santiago en España y de su traslado a ella una sola noticia remota, clara y autorizada. Un silencio de más de seis siglos rodea la conjetural e inverosímil llegada del apóstol a Occidente, y de uno a ocho siglos la no menos conjetural e inverosímil traslatio.” Martín Lutero, a principios del siglo XVI: “No se sabe si allí yace Santiago o bien un perro o un caballo muerto”. Juan Carlos de Borbón, 25 de julio de 2010, sobre la supuesta tumba del apóstol: “Señor Santiago, te ruego nos ayudes a superar las dificultades que afecten a nuestra vida colectiva y a resolver cuanto antes la grave crisis económica que atravesamos”.
Santiago el Mayor murió en Jerusalén en el año 44. Herodes ordenó que le cortaran la cabeza, según cuenta la Biblia en el Nuevo Testamento. Casi ocho siglos después, alrededor del 820, dos gallegos encontraron una tumba con un cadáver decapitado. Gracias a las avanzadas técnicas forenses de la época, descubrieron que se trataba, sin duda alguna, del apóstol Santiago. Así que el rey hace bien en encomendarse al patrón de España. Si pudo viajar después de muerto 4.000 kilómetros desde Jerusalén hasta Compostela, lo de la crisis va a ser pan comido.
Fuente: “Público”
No hay comentarios:
Publicar un comentario