Los sindicatos UGT y CCOO ponen toda la carne en el asador con la huelga general convocada para el 29 de marzo contra la reforma laboral de Rajoy. La huelga solamente puede tener valor testimonial y no obligará al gobierno del PP a negociar a fondo la reforma, que, según los sindicatos, no va a crear empleo, sino a destruir más puestos de trabajo.
La flexibilidad en el despido, el aumento del horario laboral por menos salario, así como los contratos precarios, hacen que la patronal brinde en la calle con champán. En realidad, la reforma laboral del PP es un equivalente de los sindicatos verticales del franquismo. Tal vez ya sean muchos los votantes (de izquierdas) del PP, que empiecen a darse cuenta de su ingenuidad. Pero ya es tarde.
La flexibilidad en el despido, el aumento del horario laboral por menos salario, así como los contratos precarios, hacen que la patronal brinde en la calle con champán. En realidad, la reforma laboral del PP es un equivalente de los sindicatos verticales del franquismo. Tal vez ya sean muchos los votantes (de izquierdas) del PP, que empiecen a darse cuenta de su ingenuidad. Pero ya es tarde.
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