¡Qué diferencia entre el parlamentarismo europeo y el español! En Europa, gobierno y oposición intercambian ideas, argumentos. Cierto es que en algunos parlamentos mediterráneos alguna vez también se han intercambiado puñetazos. La verdad es la verdad. Nuestro Congreso, al menos hasta ahora, es muy educado, pero también falaz y desmemoriado. Ninguna idea brillante que convenza y entusiasme a la ciudadanía.
Tenemos “ante portas” una huelga general contra la reforma laboral. ¿Será huelga y será general? Nadie, ni los sindicatos convocantes lo saben. El señor Rajoy se muestra relajado. La patronal (CEOE) no se intranquiliza. Con el PP tiene barra libre. El PSOE no se suma a la convocatoria. ¿Desconfía de la fuerza de los sindicatos y no quiere hacer más el ridículo? De todas formas, el PP ya ha hecho participar al PSOE en la huelga general. Se verán ciertamente algunas caras conocidas de socialistas, pero a título personal. No creo que Rubalcaba, un poco pájaro de mal agüero, marche detrás de la pancarta.
La numerosas alusiones del PP de que España ya está remontando en el prestigio por parte de Europa (“arriba España”) son muestra del hispano complejo de inferioridad, aunque los españoles podemos estar orgullosos del PP, rodeado en Bruselas de lo mejorcito del conservadurismo europeo, el PPE (Partido Popular Europeo), que puede decirse que lidera Frau Angela Merkel, cuya simpatía por España se debe, no en último lugar, a los grandes intereses alemanes en nuestro país.
¿Cuándo y con qué composición política seremos realmente ese país adelantado que todos deseamos? ¿Cuándo dejaremos de tener que medirnos con Alemania y con Francia, donde también cuecen habas, a veces a calderadas? Pero eso, al parecer, por aquí no se sabe.
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