Hasta hace poco, a nadie se le ocurría vender ese vestido o esa blusa que compramos en un arrebato y nos sientan fatal. O porque ya no le están a una bien por haber engordado un par de kilos o porque, simplemente, nos han dejado de gustar. Lo normal era regalar esas prendas a una amiga o entregárselas a alguna organización benéfica. Pero ahora ha surgido una nueva posibilidad de sacarse un dinerito con esas prendas en desuso que, algunas veces, no hemos llegado ni tan siquiera a estrenar.
Hace muchos años que existen en otros países, pero es apenas ahora que llegan a España pisando fuerte, probablemente por los momentos de crisis que estamos atravesando. Se trata de las tiendas especializadas en la venta de ropa de segunda mano, que en el extranjero se conocen bajo el término inglés “second hand shops” (no olvidemos que los ingleses fueron pioneros en ese sector comercial).
Y las hay para todos los gustos. Desde los comercios que venden ropa normalita, eso sí limpia y en perfecto estado, hasta las de superlujo. Estas últimas se nutren de los fondos de armario de señoras de la alta sociedad, elegantes y económicamente pudientes, que suelen renovar su guardarropa un par de veces al año porque no quieren que las vean muy a menudo llevando los mismos modelitos. También muchos modistos suelen entregar a esos establecimientos los vestidos mostrados en importantes desfiles o famosas pasarelas. Es precisamente en esas tiendas donde se suelen encontrar los mejores “chollos”: marcas exclusivas e inalcanzables para la mayoría de los mortales a precios de saldo.
En Alemania, por ejemplo, la ropa no se suele vender sino entregar en consignación a esas peculiares “boutiques”. Eso no quiere decir otra cosa que la tienda no compra las prendas sino que percibe sólo una comisión en caso de venta.
Por el contrario, en España el vendedor se dirige a la tienda en cuestión y ofrece el género del que se quiere deshacer. El propietario le hará una contraoferta y, si ambas partes se ponen de acuerdo, se cerrará el trato y el pago se efectuará al contado.
Potenciados por la actual situación económica, están surgiendo como champiñones
en casi todas las ciudades españolas ese tipo de establecimientos. También ha proliferado el comercio de segunda mano online que, a menudo, tienen gangas de ropa usada y nueva. Una de ellas, por ejemplo, se llama mercamoda.es
Además, en páginas web como la de compraropa.es se puede encontrar una información muy detallada sobre ofertas, promociones, catálogos y novedades.
Margarita Rey
Hace muchos años que existen en otros países, pero es apenas ahora que llegan a España pisando fuerte, probablemente por los momentos de crisis que estamos atravesando. Se trata de las tiendas especializadas en la venta de ropa de segunda mano, que en el extranjero se conocen bajo el término inglés “second hand shops” (no olvidemos que los ingleses fueron pioneros en ese sector comercial).
Y las hay para todos los gustos. Desde los comercios que venden ropa normalita, eso sí limpia y en perfecto estado, hasta las de superlujo. Estas últimas se nutren de los fondos de armario de señoras de la alta sociedad, elegantes y económicamente pudientes, que suelen renovar su guardarropa un par de veces al año porque no quieren que las vean muy a menudo llevando los mismos modelitos. También muchos modistos suelen entregar a esos establecimientos los vestidos mostrados en importantes desfiles o famosas pasarelas. Es precisamente en esas tiendas donde se suelen encontrar los mejores “chollos”: marcas exclusivas e inalcanzables para la mayoría de los mortales a precios de saldo.
En Alemania, por ejemplo, la ropa no se suele vender sino entregar en consignación a esas peculiares “boutiques”. Eso no quiere decir otra cosa que la tienda no compra las prendas sino que percibe sólo una comisión en caso de venta.
Por el contrario, en España el vendedor se dirige a la tienda en cuestión y ofrece el género del que se quiere deshacer. El propietario le hará una contraoferta y, si ambas partes se ponen de acuerdo, se cerrará el trato y el pago se efectuará al contado.
Potenciados por la actual situación económica, están surgiendo como champiñones
en casi todas las ciudades españolas ese tipo de establecimientos. También ha proliferado el comercio de segunda mano online que, a menudo, tienen gangas de ropa usada y nueva. Una de ellas, por ejemplo, se llama mercamoda.es
Además, en páginas web como la de compraropa.es se puede encontrar una información muy detallada sobre ofertas, promociones, catálogos y novedades.
Margarita Rey
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