
En el exquisito argot de los más rancios funcionarios comunitarios PIGS (cerdos) son los tres países del sur a los que suelen aludir con despectiva superioridad: Portugal, Italia, Grecia y España. No me molesta que se nos identifique con nuestros vecinos, con los que compartimos algunos defectos y muchas virtudes, sino que los del norte se consideren mejores por su forma de entender la vida, tan luterana, meticulosa y aburrida. Tan gris. En general, no saben nada de nuestra vida cotidiana e ignoran que trabajamos más horas que ellos, cobramos bastante menos y las familias disfrutan de una nula protección. Desconocen que nos levantamos a la española pero nos acostamos según el horario que marca el mediterráneo. En su tópico concepto de nuestra sociedad, creen que siempre estamos de fiesta, disfrutamos de un franco acceso al alcohol y, para colmo, nos hemos apropiado del sol y la playa. Existe todavía mucho europeo que sigue creyéndose aquel nefasto eslogan franquista: 'Spain is different'.
A juzgar por lo que han ventilado últimamente algunas publicaciones sajonas -en un desigual reparto de vigas y pajas propias y ajenas- los españoles les parecemos algo vagos, tramposos e irresponsables. Además, desde que estalló esta crisis financiera los del norte no han podido disimular que siempre habían sospechado que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, gracias a que ellos son contribuyentes netos y los 'pigs', recipiendarios brutos. Falso de toda falsedad. Nosotros les compramos sus coches, lavadoras, muebles, neveras.

Fuente: La Voz Digital (lavozdigital.es)
Autor: MAGIS IGLESIAS
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