viernes, 16 de marzo de 2012

Leído en la Prensa: Toros y cerdos



En el exquisito argot de los más rancios funcionarios comunitarios PIGS (cerdos) son los tres países del sur a los que suelen aludir con despectiva superioridad: Portugal, Italia, Grecia y España. No me molesta que se nos identifique con nuestros vecinos, con los que compartimos algunos defectos y muchas virtudes, sino que los del norte se consideren mejores por su forma de entender la vida, tan luterana, meticulosa y aburrida. Tan gris. En general, no saben nada de nuestra vida cotidiana e ignoran que trabajamos más horas que ellos, cobramos bastante menos y las familias disfrutan de una nula protección. Desconocen que nos levantamos a la española pero nos acostamos según el horario que marca el mediterráneo. En su tópico concepto de nuestra sociedad, creen que siempre estamos de fiesta, disfrutamos de un franco acceso al alcohol y, para colmo, nos hemos apropiado del sol y la playa. Existe todavía mucho europeo que sigue creyéndose aquel nefasto eslogan franquista: 'Spain is different'.

A juzgar por lo que han ventilado últimamente algunas publicaciones sajonas -en un desigual reparto de vigas y pajas propias y ajenas- los españoles les parecemos algo vagos, tramposos e irresponsables. Además, desde que estalló esta crisis financiera los del norte no han podido disimular que siempre habían sospechado que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, gracias a que ellos son contribuyentes netos y los 'pigs', recipiendarios brutos. Falso de toda falsedad. Nosotros les compramos sus coches, lavadoras, muebles, neveras.

Se me dirá, y con razón, que he dibujado un panorama negativo e infestado de tópicos. Que las cosas han cambiado mucho en los últimos años y más que cambiarán cuando lleguen a las élites los jóvenes estudiantes europeos que han podido cursar sus carreras en diferentes países de la unión. ¡Bendita Erasmus! No lo niego. Pero los tópicos son siempre la caricatura de algo y la simplificación de una imagen que habita en los surcos de la inconsciencia para, tarde o temprano, terminar por aflorar. De eso vive la publicidad, de fabricar imágenes para provocar sensaciones e incluso crear necesidades. No es manipulación, es marketing (mercadotecnia). Se basa en la seducción y el éxito o, al menos, en la apariencia de éxito. Se traduce en una idea, la que evoca una marca. De ahí, la decisión adoptada esta semana por el Parlamento de promocionar la 'Marca España'. Los que van de modernos se han opuesto a la iniciativa. Temen que sea un ramalazo de patrioterismo y todo quede en publicitar un humillante refrito entre la España de pandereta y el toro de Osborne. Y, la verdad, puestos a elegir entre marcas que traicionan el subconsciente, yo prefiero el cerdo. Al menos, se le comen hasta los andares. Y tal como pintan las cosas.

Fuente: La Voz Digital (lavozdigital.es)
Autor: MAGIS IGLESIAS

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