Ayer fue inaugurada en Teruel esa gran fiesta medieval que se celebra anualmente por estas fechas para conmemorar la triste historia de “los amantes de Teruel”, Juan Martínez de Marcilla, alias Diego de Marcilla, y su bienamada, Isabel de Segura.
Hasta el próximo domingo 19 de febrero, el casco antiguo de la ciudad, transformado en un gran escenario, se llenará de una multitud de gente ataviada con trajes medievales. En los innumerables puestos del mercado, el visitante podrá encontrar un sinfín de objetos de artesanía y degustar productos alimentarios y platos típicos de la zona. Además, se representará la obra teatral que basa en la leyenda de los amantes de Teruel, en la que los actores no son profesionales. En este caso son los habitantes de la villa, después de largos meses de ensayo, los que encarnan a los diferentes personajes de la representación que nos retrotrae al siglo XIII.
La tragedia comienza con la fastuosa boda de Isabel con Pedro Fernández de Azagra (que tuvo lugar ayer) y termina el domingo por la mañana cuando Isabel fallece en el mismo momento que deposita un beso sobre los fríos labios del gran amor de su vida, Diego, que pocas horas antes había caído fulminantemente muerto al enterarse de que su amada, tras cinco años de espera mientras él hacía fortuna en tierras lejanas, acababa de desposarse con otro.
Si no pueden asistir a la recreación del drama pero les interesa el tema, no duden en consultar la interesante página web de la Fundación “Bodas de Isabel”: www.bodasdeisabel.com
Hasta el próximo domingo 19 de febrero, el casco antiguo de la ciudad, transformado en un gran escenario, se llenará de una multitud de gente ataviada con trajes medievales. En los innumerables puestos del mercado, el visitante podrá encontrar un sinfín de objetos de artesanía y degustar productos alimentarios y platos típicos de la zona. Además, se representará la obra teatral que basa en la leyenda de los amantes de Teruel, en la que los actores no son profesionales. En este caso son los habitantes de la villa, después de largos meses de ensayo, los que encarnan a los diferentes personajes de la representación que nos retrotrae al siglo XIII.
La tragedia comienza con la fastuosa boda de Isabel con Pedro Fernández de Azagra (que tuvo lugar ayer) y termina el domingo por la mañana cuando Isabel fallece en el mismo momento que deposita un beso sobre los fríos labios del gran amor de su vida, Diego, que pocas horas antes había caído fulminantemente muerto al enterarse de que su amada, tras cinco años de espera mientras él hacía fortuna en tierras lejanas, acababa de desposarse con otro.
Si no pueden asistir a la recreación del drama pero les interesa el tema, no duden en consultar la interesante página web de la Fundación “Bodas de Isabel”: www.bodasdeisabel.com
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