José Luís Rodríguez Zapatero ha manifestado su voluntad de permanecer al frente del Gobierno y cumplir el programa de austeridad de la Unión Europea, en el que también participa Alemania, gobernada por la conservadora Angela Merkl, líder del partido CDU (Unión democristiana), hermano del PP. Esperemos que Zapatero, que está muy ajado por la durísima oposición que practica el Partido Popular y las trabas que le pone a sus deberes como presidente del gobierno, responsable ante toda la sociedad, conserve su vigor, su salud. Hoy por hoy, la salud de España depende de la salud de Zapatero, a quien el PP ha convertido en una única esperanza no sólo para la izquierda española, sino también para quienes tienen memoria.
La situación en que se encuentra Zapatero es sumamente delicada. Tiene que hacer una política conservadora, tratando como sea de introducir amortiguadores sociales, desde una posición política y un partido de izquierdas. Más que nunca, el PSOE ha de agruparse como una piña en torno a Rodríguez Zapatero, aunque, lo mismo que el propio Zapatero, no esté conforme con unas medidas que van en contra de sus propios principios socialistas. Pero el PSOE tiene que haber comprendido hace tiempo que es una ardua tarea gobernar en un mundo regido por el capitalismo y dirigido por partidos conservadores. La conservadora Merkl está siendo duramente zarandeada por la oposición socialdemócrata y de la Nueva Izquierda (partido comunista alemán) y, por otra parte, halla fuertes resistencias en su coalición con los neoconservadores neoliberales (FDP) en su intención de subir los impuestos (para que también participen en los sacrificios los más ricos). Los países conservadores de la UE (entre ellos Francia e Inglaterra) no comprenden la actitud de Rajoy ante unas medidas establecidas por los conservadores europeos. Pero es que en la Unión Europea no se acaba de ver la táctica de Rajoy de hundir al gobierno socialista y dividir a la sociedad, repitiendo viejos rencores con la ayuda de sus aliados mediáticos en la prensa, la radio y la televisión, para hacerse con el ansiado poder cueste lo que cueste. Rajoy, después, retomará la agenda de Zapatero, la llevará a cabo implacablemente, diciendo que es “la herencia socialista” y se presentará ante sus amigos europeos de derechas como el buen alumno, quien por fin, sin el socialista Zapatero de por medio, puede llevar a cabo lo que desea Bruselas. ¿Y los españoles? “A protestar, al huerto”, por haber elegido y aguantado tanto tiempo a José Luís Rodríguez Zapatero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario