lunes, 24 de mayo de 2010

La publicidad

Qué placer poder ver ahora los programas sin interrupciones publicitarias en la 1 y en la 2 (TVE).

Que vivimos en un mundo sórdido e injusto, todo el mundo lo sabe. Pero la publicidad nos lo viene a recordar a cada momento. Millones de personas mueren de hambre en el mundo, pero la publicidad nos muestra supermercados atiborrados de alimentos. Ahora se trata de saber qué marca es mejor que otra. La leche A tiene más calcio y es la mejor de todas. Nos dice el anuncio. Vaya una leche. El zumo B es, sin lugar a dudas, el mejor de los mejores, nos martillea todo el día otra conocida marca. El ama de casa ya no tiene que guisar. Dispone de los excelentes productos de la excelentísima casa X. El ama de casa luchando con el mocho para limpiar su vivienda. De pronto aparece un gigante musculoso, hace un movimiento y zas, la casa resplandeciente. El gigante tiene un producto maravilloso, que podemos adquirir en cualquier supermercado. Un ama de casa desesperada con una mancha rebelde. Aparece un hada azul, le entrega sonriente un producto y desapareció la mancha. Y si no, la historia del lavavajillas que deja opacos los vasos. No se preocupe. Detrás de usted está otra hada, que le echa unos polvos al lavavajillas y, mire usted por donde, los vasos ahora relucen como diamantes. Decididamente, la publicidad nos toma por idiotas. ¿Quién se va a comprar un coche que de pronto se convierte en un monstruo de hierro puesto en pie? ¿Quién se cree que un banco o unos seguros regalan sus prestaciones? “Todo gratis” es la expresión que más se escucha en la publicidad. ¿Quién es el pardillo que se lo cree?

Si al menos la publicidad fuese ingeniosa… Sí, hay un par de anuncios como el de George, que llega antes de tiempo al cielo porque se le cae encima un piano…La primera y la segunda vez, hace gracia. Pero después de haberlo visto más de veinte veces, estamos del George hasta los mismísimos.

Alguna vez leí un diálogo entre amigos. Decía uno de ellos: “Ayer vi un programa de publicidad maravilloso. Lo malo era que lo interrumpían a cada instante para poner fragmentos de una película”.

Bueno, ahora en TVE podemos ver las películas sin interrupciones. Un gran avance. ¿Cuánto durará?

Eso sí. Vaya usted al baño antes de que empiece la película. Después podría ser tarde.

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