Ayer noche, después de mis queridos Antonio y Merche, me mantuve en la misma cadena y regalé una vez más mis ojos y mis oídos con la estupenda serie de TV1, “Un país para comérselo”.
Aunque me encanta guisar, confieso que estoy hasta las mismísimas narices de tanto programa de cocina con el que nos bombardean los distintos canales de televisión. Me producen, y no intento ser graciosa, auténtico empacho. Pero con “Un país para comérselo” me sucede precisamente lo contrario. Me recuerda con agrado a la inefable serie, “Un país en la mochila” que conducía el desaparecido José Antonio Labordeta.
Este espacio tiene algo tan especial que me tiene enganchada. Ello hace que mi esposo (casi siempre inapetente, que se alimenta gracias a mis “tapitas” y que, consecuentemente, siente animadversión hacia los audiovisuales de cocina) se vea obligado a refugiarse en nuestra terraza acristalada con vistas al Mediterráneo mientras que yo disfruto de Imanol Arias y Juan Echanove en sus entrañales viajes gastro-turísticos por nuestra geografía.
Se nota que Imanol y Juan tienen buen rollo y disfrutan con su trabajo (Juan lleva escrito el placer en la barriguita e Imanol, a pesar de su delgadez, puede comer como una lima). Sin embargo, lo más importante es que saben transmitir a los telespectadores la importancia del buen comer en estos tiempos del “fast food” (repugnante comida rápida). Y lo hacen con gracia y convencimiento.
A la par que regalan nuestros ojos con los maravillosos paisajes de esta joya nuestra que es España, estos dos actorazos nos presentan a menudo a personajes desconocidos en el mundo de la gastronomía y de la agricultura que, en su campo, son los “number one”, aunque su nombre no nos suene. Se trata de artesanos extraordinarios, precisamente porque han sabido conservar y preservar las recetas, la manera de cultivar la tierra, de cocinar, de hornear y de tratar la materia prima que tenían nuestros antepasados sin trampa ni cartón.
Me parece lógico que el programa en sí (y estos dos caballeros en particular) hayan recibido infinidad de galardones. El más importante ha sido el Premio Nacional de Gastronomía 2010 y el más reciente el Premio “Jaén, paraíso interior” como reconocimiento por su divulgación de los atractivos gastronómicos, culturales y paisajísticos de la provincia. ¡Enhorabuena!
Si les interesa descubrir lugares poco conocidos y de gran riqueza paisajística de nuestra geografía, así como la sabrosa y variada gastronomía de nuestras tierras, este programa hará con toda seguridad sus delicias.
Margarita Rey
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