En los últimos tiempos les venimos ofreciendo día a día en este espacio noticias desalentadoras sobre la situación económica de nuestro país. Hoy les presentamos una noticia de una huelga muy especial que concierne a uno de los más famoso cabarets del mundo, el parisino “Crazy Horse”. Para que vean que en todas partes, también en el país vecino, cuecen habas cuando se trata de pagar a los empleados(as) por muy largas que sean sus piernas.
“Que la vida es un cabaré, que entre la cuna y la tumba hay dos pasos y más vale disfrutar del paseo... Eso ya nos lo decía Liza Minnelli, toda ojos y con las uñas pintadas de verde. Buena manera de poner las pilas a cualquiera. A disfrutar, señores (y señoras). Pero ojo, lo cortés no quita lo valiente. Tantas alegrías no salen gratis. En el mítico 'Crazy Horse' de París, donde las bailarinas miden más de 1,80 y despiertan pasiones nada más asomar la punta del pie, se pagan entre 85 y 215 euros, según se pida entrada de barra (que da derecho a media botella de champán) o se prefiera el ticket que incluye cena en el Bauteaux Mouches, a orillas del Sena.
Las artistas trabajan 24 días al mes, a razón de trece funciones semanales, y cobran una mensualidad que ronda los 2.000 euros netos. «El salario más bajo que se paga en el gremio, al menos en París», se queja Suzanne Durand, delegada sindical de la plantilla. Algunas ya han desenterrado el hacha de guerra para hacer honor al jefe sioux (Caballo Loco) que da nombre al negocio. El pasado martes, 17 de las 45 que trabajan en el local tomaron una decisión que ha dejado atónitos a los empresarios del sector. Se declararon en huelga y privaron a sus incondicionales de los desnudos integrales que animan el espectáculo 'Feu' (Fuego), creado por el diseñador Christian Louboutin y la coreógrafa Patricia Folly.
Desde su fundación en 1951, las puertas del 'Crazy Horse' nunca habían echado el cerrojo. ¡Para alborozo del vecindario! Se ubica en la famosa Avenue George V, muy cerca de la sede de Yves Saint Laurent y al lado de una boutique de Balenciaga. En este cabaré, que compite con el Moulin Rouge y el Folies Bergères, nadie ha entrado jamás en pantalón corto y sandalias. Normal que, a estas alturas, las vedettes tengan un concepto de sí mismas especialmente elevado.
«No somos unas bailarinas del montón ni tampoco vulgares 'striptease'. ¡Exigimos un aumento del 15% en nuestro salario! Ya es hora de que se valore la carga 'extra' que supone salir desnuda», apunta Zonnie Rogenne, de 22 años, y con una energía tan desbordante como su físico. Pisó el escenario a los 19 y se ha convertido en una de las estrellas del 'Crazy Horse'. Tiene cintura de avispa y ojos de vampiresa de cine negro. Seguro que llega lejos.
Una vez situadas en la rampa de salida, estas chicas no pueden perder comba. Hay que bailar y bailar, hasta las dos de la madrugada y sin caviar en el camerino. Su vida profesional es un suspiro -hasta los 30 años- y la competencia es durísima. Cada año llegan montones y montones de aspirantes, lo mismo de Azerbaiyán, Australia o Suiza. Conclusión: Marisol le gana la partida a Liza Minnelli. La vida más que un cabaré es... una tómbola, tómbola. También para las vedettes”.
Fuente: El Diario Montañés
Autora: Isabel Urrutia
“Que la vida es un cabaré, que entre la cuna y la tumba hay dos pasos y más vale disfrutar del paseo... Eso ya nos lo decía Liza Minnelli, toda ojos y con las uñas pintadas de verde. Buena manera de poner las pilas a cualquiera. A disfrutar, señores (y señoras). Pero ojo, lo cortés no quita lo valiente. Tantas alegrías no salen gratis. En el mítico 'Crazy Horse' de París, donde las bailarinas miden más de 1,80 y despiertan pasiones nada más asomar la punta del pie, se pagan entre 85 y 215 euros, según se pida entrada de barra (que da derecho a media botella de champán) o se prefiera el ticket que incluye cena en el Bauteaux Mouches, a orillas del Sena.
Las artistas trabajan 24 días al mes, a razón de trece funciones semanales, y cobran una mensualidad que ronda los 2.000 euros netos. «El salario más bajo que se paga en el gremio, al menos en París», se queja Suzanne Durand, delegada sindical de la plantilla. Algunas ya han desenterrado el hacha de guerra para hacer honor al jefe sioux (Caballo Loco) que da nombre al negocio. El pasado martes, 17 de las 45 que trabajan en el local tomaron una decisión que ha dejado atónitos a los empresarios del sector. Se declararon en huelga y privaron a sus incondicionales de los desnudos integrales que animan el espectáculo 'Feu' (Fuego), creado por el diseñador Christian Louboutin y la coreógrafa Patricia Folly.
Desde su fundación en 1951, las puertas del 'Crazy Horse' nunca habían echado el cerrojo. ¡Para alborozo del vecindario! Se ubica en la famosa Avenue George V, muy cerca de la sede de Yves Saint Laurent y al lado de una boutique de Balenciaga. En este cabaré, que compite con el Moulin Rouge y el Folies Bergères, nadie ha entrado jamás en pantalón corto y sandalias. Normal que, a estas alturas, las vedettes tengan un concepto de sí mismas especialmente elevado.
«No somos unas bailarinas del montón ni tampoco vulgares 'striptease'. ¡Exigimos un aumento del 15% en nuestro salario! Ya es hora de que se valore la carga 'extra' que supone salir desnuda», apunta Zonnie Rogenne, de 22 años, y con una energía tan desbordante como su físico. Pisó el escenario a los 19 y se ha convertido en una de las estrellas del 'Crazy Horse'. Tiene cintura de avispa y ojos de vampiresa de cine negro. Seguro que llega lejos.
Una vez situadas en la rampa de salida, estas chicas no pueden perder comba. Hay que bailar y bailar, hasta las dos de la madrugada y sin caviar en el camerino. Su vida profesional es un suspiro -hasta los 30 años- y la competencia es durísima. Cada año llegan montones y montones de aspirantes, lo mismo de Azerbaiyán, Australia o Suiza. Conclusión: Marisol le gana la partida a Liza Minnelli. La vida más que un cabaré es... una tómbola, tómbola. También para las vedettes”.
Fuente: El Diario Montañés
Autora: Isabel Urrutia
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