Aún resulta asombrosa la mutación del Primero de Mayo en apenas cuatro años: desde la celebración de 2008, días después de la investidura del presidente, exhibiendo la consigna de “pleno empleo” todavía dentro de la burbuja ilusoria tras una década dorada de hipotecas y andamios, hasta la desesperada carrera cuatro años después marcando cada mes un “récord de desempleo”. La EPA más demoledora de la serie histórica le ha puesto el telón de fondo a esta Fiesta del Trabajo (¿fiesta? ¿trabajo?) y ha terminado de pinchar la burbuja retórica. Ya no funcionan los discursos ante el desmoronamiento de un modelo de país con el que se contrae el Estado del Bienestar, dejando a la nación zarandeada, sin acabar de asimilar que esto no es una pesadilla, sino un baño crudo de realidad. Hay una descolocación general. Y la fecha simbólica del 1 de Mayo ha retratado el escenario.
Los líderes y los partidos parecen desprogramados, con un software inservible en este nivel. El paro ensombrece el país y arrasa el sur, el desempleo juvenil es del cincuenta por ciento, la reforma laboral anticipa tres años destruyendo trabajo y poder adquisitivo…pero la inercia política apenas se altera. Keynes defendía que si las circunstancias son diferentes, el pensamiento será diferente. Claro que para eso hace falta pensamiento. Aquí se imponen las consignas, la retórica del politiqueo. Este parece el plan: “a grandes males, grandes …. caricaturas”: pintar al líder ugetista como un oso feroz después de los años del zapaterismo en que era un trasunto de peluche de Teddy Bear; a Rubalcaba como un don nadie tras aquellos años en que era considerado un cruce de Fouchet y Tayllerand; al presidente como un avestruz tras batir el récord de promesas incumplidas en sus primeros cien días …. y con ese marketing de trincheras parecen satisfechos.
El abatimiento no es una alternativa pero a ver quién escapa a la tentación de la indiferencia ante otro Primero de Mayo de pancartas gatadas, clichés anacrónicos, las mismas tácticas de la izquierda y de la derecha actuando como si nada hubiera cambiado; entre unos sindicatos desgastados tras la manifestación de marzo resuelta con demasiada intimidación como para legitimarse, imponiendo la falta de superioridad moral de la izquierda a golpe de piquetes; y una derecha atrabiliaria que acusa a estos de ser una sucursal del Frente Popular, como denominan ahora a la izquierda desmemoriada tras el acuerdo andaluz de gobernabilidad, con lo que ya sólo falta que estos empiecen a hablar de Frente Nacional para naturalizar el lenguaje guerracivilista. Este es el nivel actual, empecinados en los discursos del pasado ante un país al que le falta oxígeno.
Fuente: Diario Sur (Málaga)
Autor: Teodoro León Gross
Los líderes y los partidos parecen desprogramados, con un software inservible en este nivel. El paro ensombrece el país y arrasa el sur, el desempleo juvenil es del cincuenta por ciento, la reforma laboral anticipa tres años destruyendo trabajo y poder adquisitivo…pero la inercia política apenas se altera. Keynes defendía que si las circunstancias son diferentes, el pensamiento será diferente. Claro que para eso hace falta pensamiento. Aquí se imponen las consignas, la retórica del politiqueo. Este parece el plan: “a grandes males, grandes …. caricaturas”: pintar al líder ugetista como un oso feroz después de los años del zapaterismo en que era un trasunto de peluche de Teddy Bear; a Rubalcaba como un don nadie tras aquellos años en que era considerado un cruce de Fouchet y Tayllerand; al presidente como un avestruz tras batir el récord de promesas incumplidas en sus primeros cien días …. y con ese marketing de trincheras parecen satisfechos.
El abatimiento no es una alternativa pero a ver quién escapa a la tentación de la indiferencia ante otro Primero de Mayo de pancartas gatadas, clichés anacrónicos, las mismas tácticas de la izquierda y de la derecha actuando como si nada hubiera cambiado; entre unos sindicatos desgastados tras la manifestación de marzo resuelta con demasiada intimidación como para legitimarse, imponiendo la falta de superioridad moral de la izquierda a golpe de piquetes; y una derecha atrabiliaria que acusa a estos de ser una sucursal del Frente Popular, como denominan ahora a la izquierda desmemoriada tras el acuerdo andaluz de gobernabilidad, con lo que ya sólo falta que estos empiecen a hablar de Frente Nacional para naturalizar el lenguaje guerracivilista. Este es el nivel actual, empecinados en los discursos del pasado ante un país al que le falta oxígeno.
Fuente: Diario Sur (Málaga)
Autor: Teodoro León Gross
El comentario del Sr. Gross es estupendo. Hay que agradecerles que nos hagan llegar una información a la que la mayoría del público no tenemos acceso por no contar con los medios con los que ustedes cuentan. Que en estos tiempos tan materialistas se tomen el tiempo de ofrecernos unas colaboraciones tan interesantantes les honra.
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