Los problemas de RTVE van más allá de los desajustes entre el 'debe' y el 'haber'. Con las decisiones presupuestarias y de programación en 'stand by' hasta que se elija nuevo presidente, la noticia estos días es la firma de un manifiesto contra el último decreto ley del Gobierno, que permite la elección de la cabeza del ente público con la mayoría parlamentaria del Partido Popular.
Casi 600 trabajadores de RTVE han secundado con su firma la queja. Entre los firmantes, las caras más representativas de los telediarios: Ana Blanco, Pepa Bueno, Lorenzo Milá, Ana Pastor y Carlos del Amor. También han apoyado la iniciativa la directora del Canal 24 horas, Asunción Gómez Bueno, y la directora de Informe Semanal, Alicia Gómez Montano.
En el escrito, el equipo de los servicios informativos deja patente su «preocupación» por las modificaciones de la ley audiovisual de 2006, «la cual contribuye a garantizar la independencia de los informativos y su desvinculación de los respectivos Gobiernos». Recuerdan que es deber de los trabajadores del ente público «alejarse de cualquier pretensión gubernamental de inmiscuirse en su gestión» y temen que la «grave reducción presupuestaria» -204 millones de euros sobre un total de 1.200- «merme la capacidad de producción, reduzca la audiencia» y les confine «a un papel marginal». Los informativos de RTVE llevan 55 semanas siendo líderes indiscutibles de audiencia y a menudo se cuelan en la cabeza de programas más vistos con registros, incluso, de cuatro millones de espectadores, un dato de auténtico lujo para tratarse de las noticias.
Los firmantes han pedido a los partidos «consenso para elegir al presidente». Hasta ahora así se hacía porque eran necesarios dos tercios del Congreso para aprobar el nombramiento. Con la nueva normativa aprobada por el equipo de Rajoy basta con los votos de los parlamentarios del PP. Tampoco necesitarán más adhesiones para elegir a los consejeros del ente público, que ya no serán doce como hasta ahora sino nueve. Los autores de la reforma la han justificado por el «bloqueo de los socialistas» en la designación del presidente de RTVE, cargo que está vacante desde que Alberto Oliart presentara su dimisión el pasado mes de julio.
Los 580 trabajadores que apoyan el manifiesto han insistido en la necesidad de que la dirección, gestión y edición de los servicios informativos esté «despolitizada» y han pedido que el nuevo presidente sea un profesional «independiente, conocedor del medio y de reconocido prestigio». El nombramiento tendrá lugar antes de que acabe el mes. Por delante tiene la ingente tarea de cerrar unos presupuestos con 200 millones menos de lo previsto. Lo que ha obligado a los responsables de la pública a desprenderse de sus productos más caros y recortar sueldos, gastos y dietas.
Fuente: La Verdad – Murcia
Autor: Pedro González
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