Estoy seguro de que la mayoría de la ciudadanía no está informada respecto a la economía de su país y de la crisis general europea. Estimo que un 90% de los ciudadanos no saben –por poner ejemplos fáciles- en qué consiste la crisis y qué significan deuda exterior, reducción del déficit, rescate o expediente de reducción del empleo (ERE). Alcanzan a entender en los medios de comunicación que se reducirán las prestaciones sociales, que será más cara para ellos la asistencia sanitaria y que aumentarán los impuestos.
Estas medidas, que también hubiese tenido que adoptar el PSOE para estar en línea con la Unión Europea, producen general indignación, pero por lo que respecta a España podrían ser aún más duras, como nos enseña el caso de Grecia, endeudada por mucho tiempo con las entidades crediticias internacionales (el “rescate” es como una hipoteca por tiempo indefinido a un elevado interés). El que España se haya salvado del rescate es un mérito indiscutible del gobierno socialista.
La sociedad sólo ve lo que le atañe directamente. Las duras medidas del PP, manejando la tijera (con más resolución que el PSOE, que no quería hacer mucho daño a su clientela) están indignando a sus votantes, en especial los de izquierdas, que querían “castigar” al gobierno socialista. Curiosamente, pocos ciudadanos se dan cuenta de que el PP es más duro con las clases débiles que con las adineradas. En cuestión de “tasas”, 100 euros significan mucho más para la clase media que para los ricos.
Echo de menos una campaña general con el PP, el PSOE, demás partidos y sindicatos, sin polémica, sobre la situación real de España y la necesidad de que todos arrimemos el hombro, sin populismos ni demagogias, para que la ciudadanía sepa a qué atenerse, que no se pasen por alto los más de cinco millones de parados y la existencia entre nosotros de más de ocho millones de pobres de solemnidad. Por los debates en el Congreso, con un PP jactancioso, haciendo oposición a la oposición y repitiendo como un disco rayado lo de la “pesada herencia socialista” y un PSOE pidiendo lo que su gobierno hubiese podido hacer en ocho años, el debate de información general es sólo un a utopía.
Estas medidas, que también hubiese tenido que adoptar el PSOE para estar en línea con la Unión Europea, producen general indignación, pero por lo que respecta a España podrían ser aún más duras, como nos enseña el caso de Grecia, endeudada por mucho tiempo con las entidades crediticias internacionales (el “rescate” es como una hipoteca por tiempo indefinido a un elevado interés). El que España se haya salvado del rescate es un mérito indiscutible del gobierno socialista.
La sociedad sólo ve lo que le atañe directamente. Las duras medidas del PP, manejando la tijera (con más resolución que el PSOE, que no quería hacer mucho daño a su clientela) están indignando a sus votantes, en especial los de izquierdas, que querían “castigar” al gobierno socialista. Curiosamente, pocos ciudadanos se dan cuenta de que el PP es más duro con las clases débiles que con las adineradas. En cuestión de “tasas”, 100 euros significan mucho más para la clase media que para los ricos.
Echo de menos una campaña general con el PP, el PSOE, demás partidos y sindicatos, sin polémica, sobre la situación real de España y la necesidad de que todos arrimemos el hombro, sin populismos ni demagogias, para que la ciudadanía sepa a qué atenerse, que no se pasen por alto los más de cinco millones de parados y la existencia entre nosotros de más de ocho millones de pobres de solemnidad. Por los debates en el Congreso, con un PP jactancioso, haciendo oposición a la oposición y repitiendo como un disco rayado lo de la “pesada herencia socialista” y un PSOE pidiendo lo que su gobierno hubiese podido hacer en ocho años, el debate de información general es sólo un a utopía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario