Un hombre de 30 años en estado de embriaguez mordió en sus partes más íntimas al agente que le quería detener. El hecho ocurrió en una discoteca de la localidad alemana de Marktredwitz (Alta Franconia). El detenido, con muchas copas de más, arrojó un vaso contra el portero del establecimiento, hiriéndole en la cabeza. El gerente del local pidió ayuda a la policía, que envió a varios agentes.
Sin embargo, el borracho lejos de tranquilizarse, se defendió con patadas y mordiscos contra las fuerzas del orden. En el forcejeo, la peor parte se la llevó un municipal a quien el beodo propinó un fuerte y contundente mordisco en su órgano sexual, dejándole fuera de combate.
Sus compañeros consiguieron finalmente reducir al energúmeno y llevárselo detenido a la comisaría, donde pasó a disposición judicial.
Esperemos que el brutal ataque no haya tenido consecuencias negativas para el órgano reproductor del sufrido policía.
Sin embargo, el borracho lejos de tranquilizarse, se defendió con patadas y mordiscos contra las fuerzas del orden. En el forcejeo, la peor parte se la llevó un municipal a quien el beodo propinó un fuerte y contundente mordisco en su órgano sexual, dejándole fuera de combate.
Sus compañeros consiguieron finalmente reducir al energúmeno y llevárselo detenido a la comisaría, donde pasó a disposición judicial.
Esperemos que el brutal ataque no haya tenido consecuencias negativas para el órgano reproductor del sufrido policía.
M.R.
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