domingo, 6 de junio de 2010

"Israel"

Siento gran simpatía por Israel, que después de su trágico pasado, que culminó en el pasado siglo con el holocausto, tiene derecho a una vida en paz y seguridad en su pequeño territorio. La Historia de Israel comienza el 14 de mayo de 1948 con la proclamación del Estado de Israel, lo cual trajo guerras con los vecinos árabes. La independencia de Israel fue la culminación de más de 70 años de esfuerzos políticos y diplomáticos. Los israelíes se asentaron en lo que llamaban Tierra de Israel, también conocida desde siglos como Palestina.

Donde se encuentran Israel y la actual Palestina ha sido hasta hoy un lugar donde desde tiempos bíblicos han convivido judíos, palestinos y otros pueblos semitas. Hoy, el foso es tan profundo que parece infranqueable. Pero el problema tiene que tener una solución. No se puede vivir un pasado y un presente de violencia y sangre, que presagie un futuro asimismo de terror y de derramamiento de sangre inocente.

La solución podría estar próxima si Israel y la Autoridad Palestina negocian una convivencia en dos Estados, teniendo Israel que ceder y permitir que el nuevo Estado palestino tenga su sede en Jerusalén, una ciudad que tendrían que compartir en términos de buena voluntad (¿o es que falta esa buena voluntad por ambas partes?). La Autoridad Palestina tendría que comprometerse a que Jerusalén esté siempre abierto a los israelíes y que en la ciudad puedan asentarse los judíos que así lo deseen.

De todas maneras, las conversaciones de EE UU y de la Unión Europea con ambas partes abren resquicios a la esperanza de que Israel y Palestina lleguen a un entendimiento. Pero hay un tercero en la discordia, que no desea convivir con Israel, sino mantener viva la llama del revisionismo árabe, con la meta de echar a Israel al mar. Este siniestro factor es la organización terrorista Hamas que hostiga constantemente a Israel, ahora desde la Franja de Gaza, lo cual obliga a los israelíes a adoptar severísimas medidas, cuyas víctimas son, como siempre, los inocentes: niños, mujeres y hombres.

Israel tiene derecho a defenderse. Pero en la lucha contra la clandestina Hamas tendría que ser ayudado por la Autoridad Palestina, si ésta de verdad quiere la convivencia pacífica con Israel. Lo que no debe Israel es dejarse arrastrar por el terror al contraterror, con ataques indiscriminados en Gaza y con acciones como los recientes abordajes, con muertos y heridos, de una flotilla de activistas y la captura de un barco irlandés que llevaban ayuda humanitaria a la población de Gaza, en precariedad existencial por el bloqueo israelí. Con tales acciones, Israel perderá las simpatías en el Extranjero, que hablará de métodos fascistas. La ganadora será la organización terrorista Hamas.

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