Fracasó la huelga de los funcionarios, que sólo se quedó en bastante parcial. Testimonial. Pero no por eso no merecen los funcionarios la solidaridad de la sociedad, aunque más de un ciudadano haya hecho la experiencia de toparse con un tirano de la ventanilla. No todos los funcionarios son así y ahora se encuentran en apuros porque según el paquete de austeridad de Zapatero se les recorta y congela el sueldo. Pero también otros sectores sociales, sobre todo la clase baja y media van a sufrir las tijeras del ahorro. Huelgas sirven para llamar la atención del público sobre un problema, en el que cabe una solución pactada. Pero en el caso de las medidas de ahorro, en el marco de la Unión Europea, la huelga es poco efectiva y, por lo demás, nociva, pues empeora todavía más la situación económica.
A la “clase obrera” española le ha salido un tribuno, que truena contra la política de ahorro de Rodríguez Zapatero y denuncia el daño que causa a los más desfavorecidos. Este tribuno, que casi siempre tiene como eco a sus dos sacerdotisas del embuste, don Mariano Rajoy, se ha convertido actualmente, pese a sus constantes afirmaciones de patriotismo y de nacionalismo español, en el peor enemigo de España. Tanto le ciega su afán de conquistar el poder (a lo mejor tiene miedo de que se lo quite Esperanza Aguirre) que llega a decir barbaridades como que “ahora obedecemos órdenes de fuera”, es decir, que hemos perdido nuestra autonomía. Rajoy tendría que saber que la pertenencia a la UE supone una paulatina pérdida de “soberanía” subordinada a las decisiones de la Unión. Incluso el país más potente de Europa, Alemania, la locomotora europea, gobernada por conservadores democristianos (CDU) y los neoliberales del FDP, ha decidido por boca de su canciller Angela Merkel (CDU) un estricto plan de austeridad, que golpea como un mazazo a los ciudadanos alemanes. Alemania tiene que ahorrar hasta 2014 80.000 millones de euros. La ironía: la conservadora Merkel felicita al socialista Zapatero por su valor en obrar en una dirección opuesta a sus propias convicciones y a la filosofía de su partido, el PSOE y a favor de la UE. Mientras, el hermano conservador de Merkel, Rajoy echa en cara a Zapatero sus medidas de ahorro. Lo siento por Rajoy, pero la Unión Europea ha dicho a España que con las actuales medidas de ahorro no es suficiente. Que tendrá que adoptar otras medidas adicionales a partir de 2011.
Es muy peligroso cuando un conservador derechista se apropia del discurso izquierdista, como hace Rajoy. Esa es la base del fascismo (los camisas pardas nazis, camisas negras italianas, camisas azules de la Falange, que siempre ha sostenido su “socialismo de derechas” (“revolución pendiente”, etc.).
En un país en el que hay más de 8 millones de pobres, más de 4 millones de parados, 350.000 desahuciados por los bancos y más de 2 millones de familias pendientes de desahucio, todos por no poder pagar la hipoteca, no se puede jugar con el fuego, señor Rajoy. Por lo demás, he aquí un campo que necesita la solidaridad de todos los ciudadanos. Los desahucios son un pingüe negocio para los bancos, que se quedan con el piso y con la mitad pagada de la hipoteca. Son entretanto la mayor competencia de las inmobiliarias.
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