Desde que es presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, que yo sepa, el PP y su líder Mariano Rajoy no han dado nunca a conocer ni una sola idea de lo que el principal partido de la oposición haría si gobernase él. Quizá para que Zapatero no les robe las intenciones, Rajoy y su PP callan obstinadamente cuando se les pregunta por sus propuestas. Se equivoca el señor Rajoy, cuyo único objetivo visible es su desmedido afán por gobernar. Un partido con propuestas mucho mejores que las medidas del Gobierno acabaría por acaparar la atención de la opinión pública y ganaría los peldaños, en forma de votos para llegar a La Moncloa. Tal como actúa el PP y su jefe habrá que decir lo que estaba escrito en las cartillas de la “mili”: “Valor, se le supone”. Incluso la suposición es ya demasiado para calificar la política de Rajoy y su PP (¿su PP o el PP de Aznar?), que se limita en estos pasados años a decir NO a todo lo que venga del Gobierno socialista.
Como si Rajoy no fuera ya muermo suficiente, se ha buscado a dos damas, Soraya Sáenz de Santa María y María Dolores de Cospedal (portavoz del PP en el Congreso la una y secretaria general del PP, la otra) que actúan contra Zapatero como la conocida mosca. Ni siquiera son ingeniosas. Constantemente repiten eso de “Váyase, Sr. Zapatero”, como hacía Aznar con Felipe González (“Váyase señor González”). Ya han ampliado su repertorio: ahora la Soraya grita desde la tribuna del Congreso: “Ha perdido su credibilidad, señor Zapatero”. Rajoy no puede perder ninguna credibilidad, no la tiene, como está demostrando ahora en su No a la política de austeridad de Zapatero, aplaudida por toda la derecha europea, hermana del PP, e incluso por el Presidente de EE UU, Obama, que saben reconocer el gran sentido de la responsabilidad de un jefe de gobierno socialista, que, sin embargo, por los imperativos económicos adopta una política no conforme a la línea sociopolítica del PSOE, procurando hacer el menor daño posible a los trabajadores y los más desfavorecidos. ¿Y por eso le ataca el conservador PP? Con lo del decreto sobre las relaciones laborales, el PP, al menos, ha tenido la decencia de abstenerse. Pero las conocidas moscas no cesarán de intentar sacar de quicio a Zapatero, que está demostrando tener mucho aguante. Peor para el PP.
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