Recién comenzado el nuevo
año, los candidatos a secretarios generales del PSOE, Carme Chacón y
Alfredo Pérez Rubarcaba abrían su campaña para ser elegidos en el congreso de
febrero.
Yo no lo dudaría. Mis preferencias están por Carme, superinteligente, juvenil y pletórica de energía. A su lado, Alfredo Pérez Rubalcaba parece un viejo elefante con mucha
experiencia, pero pocas posibilidades de utilizarla como demostró en su estrepitosa derrota en
las generales del 20-N. A pesar del “arma secreta socialista” Rubalcaba, el
barco del PSOE quedó desarbolado (incluso anteriormente en las autonomías afines a los socialistas, como
Castilla-La Mancha) en las generales
ante un populista, demagogo y artero PP. Bueno, ya gobierna Rajoy y ya verán
las masas que lo han votado lo que vale un peine.
Pero la culpa de los recientes fracasos electorales no la
tiene sólo la astucia del PP. La causa principal de la derrota del PSOE es lo
anticuado que se ha quedado el partido socialista español. Rubalcaba no es un
dechado de juventud. Pocos cambios pueden esperarse de una persona ya mayor,
anclado en las coordinadas del viejo PSOE. Lo que el PSOE necesita es juventud,
inteligencia, saber hacer político, entusiasmo y fin de los enchufismos, que
han conducido al PSOE a la actual calamitosa
situación. Para hacer un PSOE
nuevo, Carme Chacón me parece la mejor opción.
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