"Es la primera vez que se detectan hijos de perro y lobo en España. El trabajo dirigido por Godinho, que se acaba de publicar en la revista Molecular Ecology, detalla que tres de los lobos híbridos detectados proceden de retrocruzamientos: sus padres ya eran híbridos y volvieron a cruzarse con los lobos. Los tres se han encontrado en Asturias, cerca de las localidades de Bobia y Penouta. "Esto constituye una fuerte evidencia de que los híbridos no sólo son criados, sino que pueden integrarse en las poblaciones de lobos", advierten los autores.
"Independientemente del
porcentaje de híbridos [...], los resultados de este estudio deben tomarse con gran preocupación
desde el punto de vista de la conservación, porque evidencian una continua
hibridación", prosiguen los investigadores. En su opinión, la
"posible existencia de un gran número de individuos híbridos" puede
tener demoledoras consecuencias sociales y políticas. La pérdida de la pureza
genética de la especie, subrayan, puede "afectar a la percepción del lobo
como símbolo de la naturaleza indómita".
Este rechazo social a una
especie por motivos genéticos tiene precedentes. En la década de 1990, un grupo
de científicos llegó a la conclusión de que el lobo rojo, un cánido en grave
peligro de extinción del sureste de EEUU, no era una especie con identidad
propia, sino el fruto de la hibridación entre lobos grises (nuestro lobo
ibérico) y coyotes. Muchos políticos preguntaron qué hacía el Gobierno
estadounidense invirtiendo millones de
dólares en programas de protección para una especie que no existía.
Estudios posteriores han devuelto el estatus de especie al lobo rojo, aunque
parte de la comunidad científica sigue impugnándolos.
El nuevo análisis en la
Península Ibérica, como ya ocurrió en Italia, constata que el aspecto de los
híbridos es más oscuro que el de los lobos puros. Y esta pérdida de identidad
se suma a la fama de alimaña que todavía colea en los pueblos españoles, pese a
que un estudio de la
Estación Biológica de Doñana mostró en agosto de 2010 que
buena parte de los ataques a las ovejas atribuidos a los lobos son obra de
perros asilvestrados. Y nadie quiere gastar dinero en tiempos de crisis en
conservar un bicho malo con una
mezcolanza de genes. Los investigadores temen esta posibilidad y son
conscientes de la dificultad de cambiar la opinión pública.
Para Juan Carlos Blanco,
coautor del estudio y promotor de la Estrategia de 2005, "la única
solución es eliminar a los perros asilvestrados y a los híbridos, porque esterilizarlos es demasiado caro".
A su juicio, de momento, "el problema no es tan grande, porque los lobos
mantienen su estructura genética".
El
celo de las lobas y el ardor de los perros
-La mayor parte de los híbridos
detectados en el estudio de Godinho se ha hallado en el borde del área de
distribución de la especie, donde los lobos se encuentran en bajas densidades y
los perros asilvestrados son abundantes.
-Las hembras de lobo ibérico
sólo tienen un periodo de celo al año, mientras los machos presentan picos
estacionales de testosterona. Los perros, en cambio, mantienen siempre niveles
altos de testosterona, y las perras pueden tener dos camadas al año. Debido al
relativo aislamiento de las dos especies, el ciclo reproductor de los lobos
difícilmente se sincroniza con el de las perras como para tener descendencia.
Los perros, en cambio, pueden cubrir a las lobas cuando estas están en celo,
como explica el biólogo Carles Vilà. Por eso los híbridos detectados son hijos
de lobas y perros macho.
-Como no es habitual que los
perros ayuden en la crianza de los cachorros, se cree que pocos híbridos
sobreviven".
Fuente: Público.es
Autor: Manuel Ansede
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