Cada año por estas
fechas, uno de los propósitos más frecuentes es el de ponerse a dieta para
perder esos kilos que casi todos hemos cogido en las comilonas de Navidad. Hay
muchas maneras de hacerlo, pero la más saludable es depurar el organismo a base
de verduras. Eso no quiere decir que tengamos que convertirnos de la noche a la
mañana en vegetarianos, pero sí que conviene comer verdura casi todos los días,
ya sea acompañando a un filetito de carne (preferentemente de ave) o a un
pescadito, naturalmente a la plancha. A mí personalmente me gusta degustarla como
plato único un par de veces por semana, simplemente aliñada con un buen aceite
de oliva y unas gotitas de vinagre de Jerez o salteada con un ajito en la sartén.
Las verduras de
temporada más apropiadas para las dietas adelgazantes y depurativas son las
alcachofas, las acelgas, los cardos, las
endibias y las zanahorias. Aunque son muy sanas y están también estupendas en
invierno, no les aconsejaría que echasen mano de las coles (de Bruselas,
brécol, berzas, etc.) en su dieta adelgazante debido a las desagradables flatulencias
que suelen producir.
Hablemos ahora de
las verduras mencionadas, de sus orígenes y propiedades. Empecemos por la
alcachofa. De origen árabe, la alcachofa pertenece a la familia de las “asteráceas” y al género de las “cynaras”. Se conoce desde la Antigüedad y se tiene constancia
de que los griegos y los romanos ya la consumían. Fue Catalina de Medici quien
la introdujo en Europa y los franceses los que la convirtieron en una de
las verduras favoritas de las mesas pudientes. Con el paso del tiempo su consumo
se popularizó. Especialmente en España, en la Vega del Segura y la huerta
murciana encontró el clima ideal para su cultivo.
La alcachofa tiene
entre 40 y 50 calorías por fruto y contiene Vitaminas: A, B6, Calcio, Fósforo,
Hierro, Proteínas, Magnesio, Potasio y Sodio. Es diurética y depurativa y,
junto al cardo, el mejor protector hepático natural que la madre naturaleza nos
ha dado.
Cuando
vayan a comprar esa verdura, fíjense bien que los frutos estén firmes, bien cerrados
y que las hojas estén bien apretadas. Eso es señal de que están tiernas. Tampoco
se lleven las que tienen manchas marrones, seguramente provenientes de alguna
helada.
Pasemos ahora a la
acelga que
pertenece a la familia de las quenopodiáceas
y a la variedad “cicla”. Es originaria del norte de Africa y se conoce desde
el Siglo I. Los árabes fueron los primeros en descubrir sus propiedades
medicinales. Entre otras cosas es diurética, laxante, depuradora, mejora el tránsito intestinal y la
función hepática, etc.). Todo ello unido a sus pocas calorías (las acelgas contienen 91% de agua), la convierten en la verdura
ideal para perder peso.
Al escogerlas,
las hojas tienen que ser muy verdes y brillantes y las pencas blancas y muy
tiesas.
Al igual que la
alcachofa, el cardo contiene mucha agua (más del 90%), fibra, Vitaminas: C, B3,
Calcio, Hierro y tiene muy pocas calorías. Las propiedades son exactamente las
mismas de la alcachofa. También aquí, al
comprarlos, hay que prestar atención a los tallos que tienen que estar bien
tiesos.
Y ahora le toca al apio, que es originario del Mediterráneo, conociéndose ya en el antiguo Egipto en sus dos variedades, el blanco y el verde. Tiene un gran contenido en agua (92%), fibra y vitaminas (C, A, E, B1). También contiene minerales: Potasio, Calcio, Magnesio, Hierro, fósforo y zinc. Es un gran diurético y apenas tiene calorías.
Aquí les presentamos
a las endibias (o endivias), originarias (en su versión silvestre) del
Mediterráneo. Es una variedad de la achicoria
amarga. Se cultivan en invernaderos sin luz para que sean blancas y tiernas.
Contiene un 94% de agua y es muy baja en calorías. Son ricas en vitaminas (E,
A, B1, B2, B6 y C) y minerales (calcio, potasio, sodio, fósforo y magnesio). También suministran al organismo ácido fólico y
antioxidantes. Están especialmente indicadas para personas con problemas del
aparato digestivo, especialmente intestinales, pues sirven para eliminar los
gases y las toxinas del intestino, el ardor de estómago y, además, favorecen el
tránsito intestinal.
En cuanto a la zanahoria, es una de las verduras más antiguas del mundo. Al parecer, ya se consumía hace tres mil años en Oriente. Es más rica en caroteno (Vitamina A) que cualquier otra verdura y un reconocido antioxidante. Aunque puede que sea un bulo, se recomienda para fortalecer la vista. Para conservar todas sus propiedades, se recomienda comerlas crudas o al vapor, pero poco hechas (“al dente”).
Cuando las compren, elijan las que tienen un color naranja fuerte y que están bien crujientes.
Margarita Rey
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