Cuando un periodista, no más impertinente que
curioso, le preguntó a Chesterton qué libro se llevaría a una isla desierta,
dio ese título inédito. ¿Qué propondría ahora el presidente Rajoy? La lectura,
como se sabe, es una creación dirigida y el lector tiene tanta importancia como
el escritor, pero llega un momento en el que la realidad es ilegible y hay que
refugiarse en el absurdo, que no siempre tiene que ser kafkiano.
Alguien propuso llevarse a una isla desierta,
con la finalidad de aprender cómo se las arregló aquel legendario personaje, un
libro llamado 'Vida sexual de Robinson Crusoe'. Otros imaginaron que lo más
adecuado a las circunstancias sería, ya que estaba rodeado por todas partes de
agua, la lectura de otro quimérico libro titulado 'Sexo oral: guía del
gourmet'.
Sugiero estas distintas posibilidades, ya que
como leamos las declaraciones de los transitorios políticos podemos pensar que
lo mejor es meter la cabeza bajo el agua.
El Gobierno no descarta la subida del IVA en
marzo, pero lo peor es que tampoco nosotros podemos descartarla. No será la
primera ni la última y hoy jueves se puede pinchar otro globo. Al señor Rajoy
parece que le gusta llevarse la contraria. Las personas más formales también
tienen su complementario y cuando se quedan a solas con ellos mismos dicen eso
de «mi enemigo soy yo». España ha perdido 1.000 empleos diariamente durante el
año pasado y la Seguridad Social se tambalea, quizá borracha de tanta
hospitalidad y de tanto abuso. Nos preguntamos qué va a ser de nosotros, pero
antes debemos aclarar quiénes somos nosotros. No tenemos mucho en común los de
unas comunidades con otras. En Andalucía, sin ir más lejos del sitio donde
vivo, el desempleo alcanza el millón de personas.
Hay más náufragos que socorristas y sobre todo
hay demasiada gente en la orilla. Los pobres siempre creen en milagrerías, pero
no en el señor De Guindos, y saben que el barco del bienestar se fue con rumbo
desconocido.
Fuente: La Verdad
Autor: Manuel Alcántara
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