No sé si ustedes seguirán la estupenda
serie británica ambientada en el período eduardiano, “Downton Abbey”. En esta segunda temporada
la serie nos muestra los horrores de la llamada “Gran Guerra”, es decir la I
Guerra Mundial (1914-18), en la que, por primera vez se usaron contra el
enemigo modernas armas convencionales, tales como ametralladoras y tanques, y
biológicas, como el gas mostaza.
Esta pasada semana, después de que la guerra
hubiese ya terminado, otro gran peligro acechaba a los personajes de la serie:
“la gripe española”. Personalmente, yo recordaba haber oído hablar de pequeña
de “la gripe asiática”, llamada así porque la pandemia de gripe se inició en
Pekín, desde donde se extendió con gran rapidez por todo el mundo debido a los
modernos medios de transporte (trasatlánticos y, sobre todo, aviones).
Pero eso de la “gripe española” era un enigma para
mí. Así que decidí consultar a la buena “Wikipedia” que comenta lo siguiente al
respecto:
“La gripe
española (también conocida como la gran pandemia de gripe, la epidemia
de gripe de 1918 o la gran gripe) fue una pandemia de gripe
de inusitada gravedad, causado por un brote de Influenza virus A
del subtipo H1N1.
Se cree que ha sido una de las pandemias más letales en la historia de la humanidad, a causa
de la cual murieron entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1920……
La enfermedad se
observó por primera vez en Fort Riley, el 28 de mayo
de 1918. Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el Condado de Haskell, en abril de 1918. Los Aliados
de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe
española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en
España que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la
guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad……..
Tras registrarse los primeros casos en
Europa, al parecer en Francia, ésta pasó a España,
un país neutral en la guerra y que no censuró la publicación de los informes
sobre la enfermedad y sus consecuencias, de ahí que, pese a ser un problema
internacional, se le diera este nombre por parecer en las informaciones de la
época que era la única afectada. España fue uno de los países más afectados con
cerca de 8 millones de personas infectadas en mayo de 1918 y alrededor de
300.000 muertes (a pesar de que las cifras oficiales redujeron las víctimas a
«sólo» 147.114).
Aunque la Primera Guerra Mundial no causó la gripe, la
cercanía de los cuarteles y los movimientos masivos de tropas ayudaron a su
expansión. Los investigadores creen que los sistemas inmunológicos de los
soldados se debilitaron por la tensión del combate y los ataques químicos,
incrementando las probabilidades de contraer la enfermedad.
Un factor en la
transmisión de la enfermedad fue la cantidad de viajes de los combatientes. La
modernización de los sistemas de transporte posibilitó que los navegantes
propagaran más rápidamente la pandemia sobre un abanico más amplio de
comunidades.”
Hasta aquí Wikipedia.
Esta tremenda
enfermedad no hacía distingos entre las clases sociales. De hecho también los
nobles cayeron como moscas. Y personajes famosos como el pintor austriaco
Gustav Klimt (tan de moda en los últimos tiempos debido a la divulgación masiva
de sus obras en forma de láminas y posters) o el genial poeta francés,
Guillaume Apollinaire y su compatriota, el dramaturgo Edmond Rostand, autor de
“Cyrano de Bergerac”, sucumbieron ante los ataques del maligno y mutante virus.
Margarita Rey
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