Los domingos los suelo
dedicar a la lectura de la prensa alemana, que la última semana iba repleta de
artículos sobre el Foro Económico de Davos. Pero también acaparó la atención de
los periodistas teutones una noticia que, si bien tuvo un cierto eco en los
rotativos españoles, debido a la importancia del evento en Suiza y sus posibles
repercusiones para nuestra Economía, pasó a un cuarto o quinto plano en
nuestras publicaciones. Me estoy refiriendo a la vueltaal mundo de la joven
regatista holandesa Laura Dekker.
La señorita Dekker se
ha convertido con tan sólo 16 años en la piloto de velero más joven de la
historia en circunnavegar el mundo en solitario.La travesía ha durado 366 días
de navegación y el recorrido ha sido de 27.000 millas marinas (o náuticas), es
decir 50.031 kilómetros. Eso sí, Laura ha hecho escala en varios puertos, ya
sea para reponerse de las fatigas de tan duro viaje o para reparar su
embarcación, el
“Guppy”, un velero de dos mástiles (del
tipo denominado ketch) de 38 pies
(11,5 m) de eslora.
Laura Dekker nació en Whangarei (Nueva Zelanda) el 20 de septiembre de 1995 de padres
holandeses (ahora divorciados), por lo que posee dos pasaportes, el holandés y
el neozelandés. Tanto ella como su hermana Kim fueron concebidas y nacieron a
bordo del barco en el que sus padres estuvieron
siete años embarcados y sobre el que darían varias veces la vuelta al mundo.
Sin duda, se podría aplicar aquí el conocido refrán de “De casta le viene al
galgo”.
Laura tenía la idea fija de ese viaje desde los
13 años, después de que sus padres le permitieron navegar sola de Holanda a
Inglaterra. Pero los servicios holandeses de asistencia social la obligaron a
posponerlo hasta haber concluido el periodo de escolarización (EGB) que en
Holanda es obligatorio hasta los 16 años. Después de no pocos rifirrafes con
los servicios de protección del menor holandeses, en los que se llegó incluso a
retirar temporalmente la custodia, las autoridades competentes decidieron en
2010 devolverles la custodia a sus padres y que fueran ellos quienes tomasen la
decisión final, no sin antes someter a Laura a numerosos tests sicológicos que
ésta resolvió con bravura.Y, a pesar de no haber todavíaterminado la educación
secundaria como marca la ley holandesa, ante la amenaza de que el asunto fuese
llevado al Parlamento, los jueces prefirieron en este caso hacer la vista gorda
y permitir que Laura se presentase a los exámenes una vez terminado el periplo.
Después de un curso intensivo de seguridad
marítima, el 20 de
enero de 2011 Laura inició su arriesgado
viaje en Gibraltar. Tras superar tormentas y dificultades de todo tipo, la adolescente
llegó el sábado 21 de enero de 2012 al
puerto de la antigua colonia Saint Marteen (San Martín), en las Antillas
holandesas, donde fue recibida por una multitud, encabezada por sus padres, su
hermana y sus abuelos, que aclamaba su proeza. Ahí, Laura se derrumbó y rompió
a llorar de emoción al darse cuenta de que se había cumplido su gran sueño.
Pero
como no todo puede ser perfecto, la mala noticia le vino a Laura Dekker del “Libro Guinness de los
Récords”y del “World Sailing Speed Records” que no están dispuestos a reconocer
su récord porque no quieren alentar a jóvenes menores a que realicen este tipo
de aventuras peligrosas.
Si les interesa saber más sobre esta sorprendente
azaña, Laura relató “on line” sus vivencias en una moderna e interesante
bitácora de viaje con innumerables fotos que se puede leer en castellano en www.elsolitariodelauradekker.blogspot.com
Margarita Rey
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