viernes, 14 de enero de 2011

Tema de hoy: La policía


Recientemente leí que cuatro policías habían sido juzgados y condenados a penas de cárcel por haber maltratado a un delincuente, que se resistía violentamente a su detención. En el examen médico, que se le practicó, resultó que el detenido estaba totalmente ebrio y bajo el efecto de drogas.

Afortunadamente, pese a este caso como a otros que se han producido o que puedan producirse, la mayoría de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado obran con absoluta corrección, conforme a las enseñanzas recibidas en las pruebas de acceso. No estamos ya en los tiempos del anterior régimen, que no han conocido la mayoría de los y las jóvenes policías. Personalmente, encuentro a la moderna policía española educada, con paciencia ante el supuesto infractor, y cortés. No en vano se enseña psicología en los programas de ingreso en la policía.

La policía está para servir a los ciudadanos, que, en su conjunto, componen al Estado. Ningún policía tiene derecho a maltratar a un ciudadano, pero ningún ciudadano puede insultar y golpear a un policía sin recibir al correspondiente castigo judicial. Los/las agentes, por su parte, saben cómo esposar a un delincuente sin sobrepasar la línea entre la violencia legítima y la tortura. Eso sí, para un policía debe ser frustrante ver cómo un juez deja en libertad a un sujeto que tan difícil fue aprehender. Aventuraría la opinión de que es precisa una reforma de la justicia para poder escribir Justicia.

Según he podido leer en periódicos alemanes, la policía española está considerada como una de las mejores de Europa.

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