lunes, 31 de enero de 2011

Nuestra lengua: "Bolívar"


“De lo heroico a lo ridículo no hay más que un paso." = Frase de Simón Bolívar, llamado “El Libertador”. Simón Bolívar nació en Caracas (Venezuela). Su familia era criolla, de origen vasco. Se quedó huérfano de niño y, debido al poco interés de sus tutores oficiales por él, pasó de mano en mano hasta llegar a la Academia de Matemáticas, dirigida por un tal Padre Andújar, quien le encaminó a la carrera militar. Cuando ya había conseguido llegar a subteniente, sus tíos y tutores le mandaron a España para completar su formación. Se casó con María Teresa, hija de Marqués del Toro, pero poco después de su regreso a Venezuela, su esposa sucumbió a la “fiebre americana”, más conocida como “fiebre amarilla”. Para olvidar sus penas, Bolívar volvió a Europa, primero a España y después a Francia. Allí, viendo los peligros que podía entrañar para las colonias españolas en Suramérica la coronación de Napoleón como emperador, Bolívar regresó a Venezuela, no sin antes realizar en Roma el “Juramento del Monte Sacro”, en el que se comprometía a luchar por una América del Sur libre y soberana. En febrero de 1813, comenzó a desarrollar la “Campaña Admirable” que le llevó desde Cúcuta a Mérida, cruzando los Andes venezolanos. El 6 de agosto de 1813, tras numerosas victorias, entró en Caracas donde se le concedió el título de “El Libertador”. Pero, el sueño bolivariano de una gran potencia suramericana grande y unida (“Gran América”) se desvaneció después de numerosas y largas contiendas. No olvidemos que la naturaleza humana no es libre de envidias ni de rivalidades y más cuando intereses territoriales y, sobre todo, económicos están en juego. Bolívar intentó lograr por la fuerza su sueño y no se le ocurrió mejor solución que la de proclamarse Dictador el 27 de agosto de 1828. La respuesta de sus detractores fue un atentado que casi terminó con su vida. Poco después, Bolivia se apartó de la coalición y Venezuela tampoco tardó en declarar su independencia. Bolívar tuvo que renunciar a sus cargos y partir al exilio. El 17 de diciembre de 1830 falleció en Santa Marta (Colombia) victima de una tuberculosis que había contraído durante la “Campaña Admirable”. Desde entonces, en Hispanoamérica no ha habido nadie que haya sido capaz de dar una entidad única a los diversos países que la conforman. Países que, de estar unidos, podrían haber llegado a ser una superpotencia frente a un gigante cercano que, amamantando a dictadores más o menos sanguinarios, ha sabido sacar buen provecho de la debilidad de unos pueblos oprimidos o mantenidos en la ignorancia por los regímenes que les gobiernan.

“Hay que vivirlo para luego decirlo”. = Para poder dar una opinión sobre algo hay primero que haberlo vivido.

“Más vale un amigo que cien parientes”. = A veces los amigos están más cercanos en momentos difíciles que la propia familia.

“Se me ha ido la castaña”. = Me he despistado.

“Es más pesado que una vaca en brazos”. = Pues sí que es pesado.

“Allá él con su decisión”. = Que se atenga a las consecuencias. Que después no se queje.

“Nunca segundas partes fueron buenas”. = Lo que vale es el original.

“Gruista”. = Quien trabaja en una grúa.

“Estar siempre con las mismas”. = Repetir las mismas cosas. Comportarse igual (en buen o mal sentido).

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