Tema de hoy: Absurdo

Por circunstancias internas y externas la política española se va haciendo cada vez más absurda. Tenemos a un presidente socialdemócrata al timón de la Nación, pero los votantes lo rechazan cada vez más por las medidas antisociales que está adoptando por culpa de la crisis. Zapatero no puede convencer a la sociedad española de que sus severas medidas de austeridad le vienen impuestas desde fuera, en primer lugar por la Unión Europea, que tiene, cueste lo que cueste, que salvar al euro, amenazado por los fondos monetarios internacionales. Si se celebrasen hoy nuevas elecciones, según las encuestas el PP ganaría por una suficiente mayoría a un PSOE desconcertado, desilusionado y dividido entre el ala izquierdista y la conservadora, un PSOE que, digan lo que digan sus portavoces, no ve ya en Zapatero el líder imbatible.

Lo curioso es que también en el PP, regido por Rajoy, existen grandes disensiones entre los partidarios de un PP de la derechona extrema y un PP conservador, moderno y de centro. El episodio de Álvarez Cascos en Asturias, que se ha llevado consigo a ocho de los duros del PP, apenas hace mella en la sociedad española, algunos sectores de la cual, sin embargo, incluso ven en la salida de Cascos un punto a favor de Rajoy, y un paso en la democratización del Partido Popular. Javier Arenas, otro de los duros y presidente del PP andaluz, no resultará tan fácil de apartar. Seguirá siendo un grillete en el tobillo de Rajoy, a no ser que Arenas pierda estrepitosamente las elecciones autonómicas, lo cual no está dicho con el malestar existente en todas las autonomías hacia el PSOE. Incluso el sucesor de Bono en la presidencia del partido y candidato a las autonómicas de Castilla-La Mancha, José María Barreda, podría perder las elecciones ante la simpática demagoga María Dolores de Cospedal, quien como secretaria general del PP, se hace ver y escuchar constantemente.

No voy yo aquí a romper una lanza por Zapatero, con todas sus obligaciones ante el resto de Europa y el mundo, pero me echo a temblar ante un PP tal como es en la actualidad. Que no se engañen los electores: Rajoy no cumplirá con ninguna de las promesas que esparce en sus mítines en favor de los más desfavorecidos. Sus medidas de austeridad podrían ser más duras y afectar también sustancialmente a la Seguridad Social. El fantasma de la privatización flota en el aire. Que se lo pregunten a Esperanza Aguirre. Curiosamente, cuando gobierna la derecha y comete fallos, la sociedad se calla. Si el PP ganara las nuevas elecciones, UGT y CC OO, podrán manifestare contra el gobierno. Con sus huelgas, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo ya no se pisarían los propios juanetes como cuando protestan ahora contra el PSOE.

Al PSOE le hace falta un tiempo de reflexión y de clarificación en cuanto a sus dirigentes y las metas de la socialdemocracia o socialismo. Tal vez este proceso tenga lugar desde la oposición si el PSOE pierde las elecciones.