miércoles, 13 de junio de 2012

Pincelada: Un cocinero se indigna







Gracias a la televisión, toda España conoce al peculiar chef vasco Karlos Arguiñano. Su currículum es espectacular y, en cuanto a su labia, bien la quisiesen para sí muchos políticos.

Y no es para menos, pues las gracietas, chistes más o menos verdes y comentarios de este famoso cocinero de Beasáin (aunque desde muy joven vive en la pintoresca localidad costera de Zarauz, que le considera de allí) en sus programas de TV no tienen desperdicio. Tanto, que no pocos vídeos con sus exabruptos están colgados de You Tube para que todos los ciudadanos que quieran puedan compartir sus particulares opiniones y cabreos con el mundo del fútbol, la política y los banqueros. El que más éxito ha tenido es el vídeo con sus comentarios contra la banca y el Gobierno que ha superado el millón de visitantes del sitio web.

Releyendo la prensa, he hecho una recopilación de sus particulares apreciaciones, que han creado mucha polémica entre los seguidores de su programa en la televisión, pero todavía más fuera de ese ámbito.

Sus defensores arguyen que Arguiñano es sólo un ciudadano cabreado más. Mientras que sus críticos le echan en cara que lo suyo son los fogones y que debiera guardarse sus opiniones para las tertulias con los amigos, pero no hacerlas públicas ante el casi medio millón de espectadores que siguen diariamente su programa en Antena 3.

Pero pasemos a sus discutibles frases sobre la situación que atraviesa nuestro país en la actualidad:

“No puede ser que los que manden siempre sean los malos. Nos cuesta carísimo”.

“Bueno, y ¡cómo está lo de los bancos eh! ¡Cuántas veces me habréis oído decir que el mundo está mal porque mandan los malos…….”

“He oído que hay un banco al que le tienen que inyectar 15.000 millones de euros, sí, aquí en España, gente conocida, pero ¿en que se han gastado el dinero? 15.000 millones de euros para inyectarle a un banco, y a las pobres familias desahuciándolas, sacándoles de los pisos con abuelos, con niños, es un disparate, por eso digo que mandan los malos, si mandaran los buenos no pasaría eso, lo que pasa es que los buenos no van a llegar nunca al poder, porque son buenos y para llegar al poder hay que pisar”.

“…..Cómo no va a estar la gente indignada si hay que darles dinero a los del banco! Pero yo nunca pensé que los del banco se iban a quedar sin dinero pero es que han estado especulando como nadie”.

“Esos dineros que se inyectan en bancos es para que paguen el pufo que han hecho anteriormente, o sea que de esos dineros no vamos a poder disfrutar los paisanos que vamos a pedir un crédito, porque para eso no tienen. Y los que se han ido con las corbatitas esas celestes y fucsias con esos trajes se van de rositas. Es increíble. Es difícil sacar un país adelante con tanto golfo. Luego les llama la atención que haya indignados...”

“Los recortes en Sanidad y Educación me tienen asombrado. Que España tiene problemas está claro, pero que haya que inyectarles a unos bancos sospechosos de todo 15.000 millones…. Y más niños en la misma clase, los profesores más horas… La crisis nos afecta a todos, pero no por los estudiantes y maestros, afecta por los gánsteres que han estado manejando la Economía mundial. Y encima ahora hay que apoyar a los gorileros”.

“El Gobierno está dando la cara, la verdad es que está dando la cara, no la dieron en las elecciones, tampoco habían explicado nada de lo que iban a hacer, porque si llegan a explicar lo que iban a hacer, igual no están en el poder. Tengo esa sensación. Yo, como humano, soy cocinero, no soy más. Pero llevo toda la vida trabajando, cuarenta y ocho años”.

(Nota de la Redacción: Algunos de estos comentarios los hizo en el mes de mayo, antes de que España tuviese que pedir ayuda al Eurogrupo para inyectar dinero en nuestro sistema bancario).

Mientras que muchos admiradores de su cocina considerados de izquierdas (como el director cinematográfico Álex de la Iglesia) aplaudían su locuacidad, sectores más a la derecha le reprochaban que alguien como él, que abandonó en 2010 Telecinco porque Mediaset no estaba dispuesta a pagar los 12 millones anuales que exigía para renovar su contrato, no sea precisamente el prototipo de “indignado” o “yayoflauta”.

Pero todos coinciden en algo, Arguiñano ni busca el aplauso fácil ni más notoriedad de la que tiene. Su mérito, muy por encima de las ideologías, es hablar como el ciudadano de a pie, con argumentos que llegan al alma de las amas de casa que no saben cómo llegar a fin de mes, con el marido y alguno de los hijos en el paro y el otro que todavía está estudiando, sin esperanzas de encontrar curro cuando salga de la universidad. Sólo que ahora, en lugar de contar chascarrillos y chistes subidos de tono, comenta mientras cocina la actualidad a su manera, sin pelos en la lengua. Y esa no es precisamente “la verdad” que nos hacen tragar día a día los políticos, sino el sentir del ciudadano medio, de la gente de la calle.

Echarle en cara a Karlos, un empresario exitoso, que da de comer a trescientas familias con sus diversos negocios y, que se sepa, paga religiosamente sus impuestos, me parece demagogia barata. Yo me quedo con una frase que publicó en tono sarcástico Periodista Digital, pero que preferiría que se tomase al pie de la letra: “Para que no digan que los ricos son insensibles a la crisis”.

A mi entender hay ricos y ricos. Y si todos los millonarios pagasen sus impuestos aquí en España y no en las Islas Caimán o se apeasen de una vez del superchollo que representan las Sicavs y la opacidad de algunas fundaciones, otro gallo nos cantaría.
Margarita Rey

Fuentes: You Tube, Diario de La Rioja, Periodista Digital


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