Leído en la Prensa: Gobernar RTVE

La tardía renovación del Consejo de Administración de RTVE se está mostrando controvertida una vez que el PP optara, con el apoyo de CiU, por desbloquear la situación de interinidad mediante un cambio legislativo que permite que sus integrantes puedan ser designados en segunda votación por mayoría absoluta del Congreso y del Senado, soslayando así el consenso que requería la anterior norma al exigir una mayoría de dos tercios. El PSOE ha rehusado presentar candidatos propios para no participar en la «farsa» del nuevo procedimiento. Pero tampoco consta que haya ofrecido alguna alternativa de criterios y nombres que facilitase el acuerdo. La denuncia de que el propósito del ejecutivo Rajoy es «gubernamentalizar» la gestión de la corporación se convierte así en el vaticinio que los socialistas darán por cumplido cada vez que discrepen de las decisiones que adopte un Consejo de Administración del que no debieran autoexcluirse. Porque más allá del juego de posiciones, lo que se dirimirá en los próximos meses es el papel que corresponde en cuanto servicio público y su financiación en un momento tan comprometido para el erario. Asuntos que requieren un diálogo franco entre los grupos parlamentarios, cuyo alcance contribuya a clarificar también el futuro de las radiotelevisiones autonómicas. De ahí que, por comprensible que sea la airada reacción del PSOE, resulte imprescindible su participación tanto en el debate mencionado como en el Consejo de Administración de RTVE. La eventualidad de que buena parte de las atribuciones de éste órgano pudieran pasar a ser responsabilidad del nuevo presidente -presumiblemente Leopoldo González Echenique, vinculado al PP- es una de las cuestiones a dilucidar en un ente que junto a la participación en la toma de decisiones debe incorporar pautas de máxima eficacia empresarial. Pero si hay algo que ha de quedar a salvo de cualquier diatriba es el principio de la pluralidad informativa a la que está obligado por su propia naturaleza, para ceñirse a un relato veraz de los acontecimientos atendiendo siempre a la deontología de los profesionales encargados de la faceta que da sentido a la existencia misma del ente.

Fuente: Hoy.es (Opinión)