No me gusta jurar, por eso sólo aseguro firmemente que estas líneas no son fruto de la envidia sino del sentimiento de impotencia que se apoderó de mí al leer en la prensa la noticia del evento que desde el 31 de mayo y hasta el próximo domingo está teniendo lugar en Marbella. Me refiero a la segunda edición del Marbella Luxury Weekend.
Como su nombre indica, se trata de un fin de semana dedicado al lujo puro y duro que, en los tiempos que corren, sólo se pueden permitir unos pocos “afortunados”. El entrecomillado es porque yo no estoy tan segura que esa gente que posee tanto dinero como para gastárselo de una forma tan ostentativa y, en muchos casos, hortera, tengan también la fortuna de ser felices a pesar de sus caudales. Pero claro, eso se lo cuentan a un parado de larga duración que ya ha dejado de percibir la prestación al desempleo.
Pues bien, en Puerto Banús, el programa que ofrece el Ayuntamiento de Marbella con el noble fin “de atraer a un turismo de élite de alto poder adquisitivo” se inauguró el 31 de mayo con una gran fiesta. Me figuro que eso de “turismo de élite” será un eufemismo para denominar a los magnates rusos, en su mayoría nuevos ricos, que han amasado grandes fortunas en un tiempo récord gracias a negocios más bien opacos y que se van a poner las botas con la celebración de marras. Aunque seguro que tampoco faltará algún que otro jeque árabe que aprovechará la oportunidad para disfrutar de la “dolce vita” marbellí.
Como prueba del magnífico gusto que los organizadores presuponen en el público al que va dirigido el “espectáculo”, los asistentes podrán admirar el último sillón-trono de Michael Jackson (que el pobre no llegó a estrenar). Este enorme sillón (mide casi 5 metros y pesa 500 kg) está bañado en oro de 24 quilates y tiene un valor de 200.000 euros. Fue diseñado por el arquitecto italiano Giovanni Maria Malerba da Busca y realizado a mano por la fábrica artesana italiana, Colombostile. Se expone por primera vez en el mundo en una conocida joyería de Puerto Banús con motivo de este gran acto.
Los puntos de encuentro para los visitantes son las dos carpas instaladas en cada uno de los extremos del puerto. En ellas se concentran las actividades más exclusivas del evento. Dentro del recinto portuario tiene lugar el Cars & Arts Luxury Show donde se exhibe en exclusiva la “Colección Gómez”, una serie de 24 capós de Porsche 911 GT2 que el coleccionista argentino Jorge Gómez le encargó a 19 artistas plásticos para que trabajaran sobre ellos como si fueran lienzos. En otra exposición, se muestran los modelos de Porsche y Ferrari más caros y espectaculares del mundo.
Por supuesto, también la gastronomía no puede faltar en un acontecimiento de estas características. Así, hoy de 12.00 a 15.00 horas, tendrá lugar una exhibición de corte de jamón, con una selección de auténtico jamón ibérico de bellota Gran Reserva, que llevarán a cabo cuatro maestros cortadores, quienes también mostrarán cómo se prepara y corta una pieza de principio a fin para un mayor aprovechamiento y degustación del mismo.
Pero no se trata de un Gran Reserva cualquiera. Es el “Emperador” entre los jamones ibéricos. Fabricado por la conocida empresa de Guijuelo (Salamanca) Arturo Sánchez, especializada en jamones de alta gama, este jamón “Premium” añada 2005 es un jamón de los llamados “de colección”, del que tan sólo se han fabricado 120 piezas numeradas (de las que, al parecer sólo quedan en la actualidad menos de 30). Cuesta 4.000 euros la pieza, por lo que únicamente unos pocos gourmets con muchos posibles se lo pueden permitir. Pues, como escribía ayer Isabel F. Barbadillo en el diario “Las Provincias”, haciendo cuentas este jamón sale “a 10 euros la loncha”.
Me parece legítimo que Marbella, bastante de capa caída en los últimos tiempos debido al caso Malaya, y que ahora vive una especie de renacimiento gracias al turismo ruso, haga todo lo posible por reactivar su economía. Pero se podría haber hecho de otra manera, sin pisar tantos juanetes. Precisamente ahora, después de la debacle de Bankia (que nos va a tocar pagar a todos los españoles) y con la espada de Damocles de un posible rescate pendiendo sobre nuestras cabezas, un evento semejante me parece francamente de pésimo gusto, por no decir obsceno.
Creo que es una total y absoluta falta de delicadeza de cara a los más de 5.000.000 de parados, a los miles de deshauciados y a la mayoría de los ciudadanos de a pie que no saben cómo llegar a fin de mes. Incluso muchos españoles, a los que se podría considerar como ricos porque tienen propiedades inmobiliarias, están con el agua al cuello por falta de liquidez. Por todo eso estoy totalmente en contra de ese “escaparate del lujo” que se ha montado en Marbella. No, no siento envidia, sino vergüenza ajena.
Margarita Rey
Como su nombre indica, se trata de un fin de semana dedicado al lujo puro y duro que, en los tiempos que corren, sólo se pueden permitir unos pocos “afortunados”. El entrecomillado es porque yo no estoy tan segura que esa gente que posee tanto dinero como para gastárselo de una forma tan ostentativa y, en muchos casos, hortera, tengan también la fortuna de ser felices a pesar de sus caudales. Pero claro, eso se lo cuentan a un parado de larga duración que ya ha dejado de percibir la prestación al desempleo.
Pues bien, en Puerto Banús, el programa que ofrece el Ayuntamiento de Marbella con el noble fin “de atraer a un turismo de élite de alto poder adquisitivo” se inauguró el 31 de mayo con una gran fiesta. Me figuro que eso de “turismo de élite” será un eufemismo para denominar a los magnates rusos, en su mayoría nuevos ricos, que han amasado grandes fortunas en un tiempo récord gracias a negocios más bien opacos y que se van a poner las botas con la celebración de marras. Aunque seguro que tampoco faltará algún que otro jeque árabe que aprovechará la oportunidad para disfrutar de la “dolce vita” marbellí.
Como prueba del magnífico gusto que los organizadores presuponen en el público al que va dirigido el “espectáculo”, los asistentes podrán admirar el último sillón-trono de Michael Jackson (que el pobre no llegó a estrenar). Este enorme sillón (mide casi 5 metros y pesa 500 kg) está bañado en oro de 24 quilates y tiene un valor de 200.000 euros. Fue diseñado por el arquitecto italiano Giovanni Maria Malerba da Busca y realizado a mano por la fábrica artesana italiana, Colombostile. Se expone por primera vez en el mundo en una conocida joyería de Puerto Banús con motivo de este gran acto.
Los puntos de encuentro para los visitantes son las dos carpas instaladas en cada uno de los extremos del puerto. En ellas se concentran las actividades más exclusivas del evento. Dentro del recinto portuario tiene lugar el Cars & Arts Luxury Show donde se exhibe en exclusiva la “Colección Gómez”, una serie de 24 capós de Porsche 911 GT2 que el coleccionista argentino Jorge Gómez le encargó a 19 artistas plásticos para que trabajaran sobre ellos como si fueran lienzos. En otra exposición, se muestran los modelos de Porsche y Ferrari más caros y espectaculares del mundo.
Por supuesto, también la gastronomía no puede faltar en un acontecimiento de estas características. Así, hoy de 12.00 a 15.00 horas, tendrá lugar una exhibición de corte de jamón, con una selección de auténtico jamón ibérico de bellota Gran Reserva, que llevarán a cabo cuatro maestros cortadores, quienes también mostrarán cómo se prepara y corta una pieza de principio a fin para un mayor aprovechamiento y degustación del mismo.
Pero no se trata de un Gran Reserva cualquiera. Es el “Emperador” entre los jamones ibéricos. Fabricado por la conocida empresa de Guijuelo (Salamanca) Arturo Sánchez, especializada en jamones de alta gama, este jamón “Premium” añada 2005 es un jamón de los llamados “de colección”, del que tan sólo se han fabricado 120 piezas numeradas (de las que, al parecer sólo quedan en la actualidad menos de 30). Cuesta 4.000 euros la pieza, por lo que únicamente unos pocos gourmets con muchos posibles se lo pueden permitir. Pues, como escribía ayer Isabel F. Barbadillo en el diario “Las Provincias”, haciendo cuentas este jamón sale “a 10 euros la loncha”.
Me parece legítimo que Marbella, bastante de capa caída en los últimos tiempos debido al caso Malaya, y que ahora vive una especie de renacimiento gracias al turismo ruso, haga todo lo posible por reactivar su economía. Pero se podría haber hecho de otra manera, sin pisar tantos juanetes. Precisamente ahora, después de la debacle de Bankia (que nos va a tocar pagar a todos los españoles) y con la espada de Damocles de un posible rescate pendiendo sobre nuestras cabezas, un evento semejante me parece francamente de pésimo gusto, por no decir obsceno.
Creo que es una total y absoluta falta de delicadeza de cara a los más de 5.000.000 de parados, a los miles de deshauciados y a la mayoría de los ciudadanos de a pie que no saben cómo llegar a fin de mes. Incluso muchos españoles, a los que se podría considerar como ricos porque tienen propiedades inmobiliarias, están con el agua al cuello por falta de liquidez. Por todo eso estoy totalmente en contra de ese “escaparate del lujo” que se ha montado en Marbella. No, no siento envidia, sino vergüenza ajena.
Margarita Rey
Me extraña q nadie comente esto, acaso en el mundo no quedan personas con valores humanos??? Escuchen y sigan los consejos y mensajes del Papa Francisco y veran q en la vida no es lo mas importante el dinero y el lujo, sino las cosas y los hechos q tengan un contenido humano...Atte.Sergio Veliz Chile...
ResponderEliminarMe extraña q nadie comente esto, acaso en el mundo no quedan personas con valores humanos??? Escuchen y sigan los consejos y mensajes del Papa Francisco y veran q en la vida no es lo mas importante el dinero y el lujo, sino las cosas y los hechos q tengan un contenido humano...Atte.Sergio Veliz Chile...
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