jueves, 15 de abril de 2010
Intercambio de ideas
Una conversación es un intercambio de ideas con variados argumentos. Una fructífera conversación es serena, pausada, prestando atención a los argumentos del o de los otros, y en el caso de que éstos no coincidan con nuestros puntos de vista la conversación se convierte en debate o discusión. En una discusión no debemos nunca caer en la tentación de imponernos a los demás alzando la voz. Cuando hablamos a grito pelado solemos perder la razón que nos asistía y nuestro discurrir se convierte en expresiones coléricas. Pero la cólera es todo lo contrario de la razón. No levantemos nunca la voz, respetemos los argumentos de nuestro interlocutor o interlocutores, aunque los consideremos falsos y tengamos que rebatirlos. Hablando con voz pausada, casi con flema, daremos más peso a nuestras ideas. En este orden de ideas, la ironía es la mejor arma contra la estulticia. Si el otro y los otros se acaloran o no nos dejan hablar, contestemos con una sonrisa de conmiseración. Es la mejor respuesta. Todo lo dicho también vale para el debate político. El que chilla no suele tener razón. Pero ojo a las mentiras dichas con calma. Son las mas insidiosas. Contra ellas sólo vale contestar sin perder los papeles.
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