La Zarzuela anunciaba ayer medidas de austeridad: el recorte de los sueldos del Rey en 21.000 euros brutos y del Príncipe en 10.000 euros brutos al año, con el fin de adaptarse así a las medidas de ajuste del Gobierno que conciernen los sueldos del Presidente y todos los ministros. El sueldo del monarca era hasta ahora de 292.752 euros brutos anuales y el de Príncipe ascendía a 141.376 euros
Mientras tanto, Telefónica (que va a mandar a su casa a 200 directivos, algunos de los cuales fueron los creadores del plan de reestructuración de la empresa sin saber que ésta les iba a cortar también a ellos el resuello) renovaba el contrato con don Iñaki Urdangarin.
Y no sólo eso. A pesar de algunas reticencias dentro de la multinacional por sus peculiares tejemanejes en la Fundación Nóos, que le han valido ser imputado en una causa que la mayoría de los ciudadanos considera perdida para él, Telefónica encima le blindará su antiguo contrato con una indemnización por despido de 4,5 millones de euros. Aquí podríamos añadir el conocido dicho popular de “quien tiene padrinos se bautiza”. Recordemos que el “yernísimo” firmó en 2009 un contrato con Telefónica, según el cual el pobrecito emigrante en tierra extraña percibiría 1,5 millones de euros anuales y otros 1,2 millones para cubrir los gastos de alquiler, parque móvil, escolta, etc., etc., etc.
Eso sí, Telefónica se reserva ahora el derecho de rescindir unilateralmente el contrato en caso de que haya sentencia en firme contra su caro empleado.
Huelgan los comentarios.
Margarita Rey
No hay comentarios:
Publicar un comentario