martes, 6 de septiembre de 2011

Tema de hoy: ¿Por qué no dimitió Zapatero antes?


Es la pregunta que se hacen los militantes de base y la clientela electoral del PSOE, que ahora frenéticamente quiere rescatar Alfredo Pérez Rubalcaba. Tal vez, lo que ha movido a Zapatero han sido el ansia de poder y el prurito de ser el político que salvó a España en uno de sus más dramáticos momentos de su historia. Lo cierto es que Zapatero (lo ha admitido) no vio la gran crisis o la confundió con la crisis local llamada “del ladrillo”, que naturalmente se ha ido para abajo con la gran crisis. En el ojo del huracán: Grecia, Irlanda y Portugal, pero también de reojo, España (e Italia).

La crisis es peligrosa incluso para Estados Unidos, que quieren pasar a la ofensiva demandando a más de una docena de bancos crediticios. Bruselas, en la conservadora Europa, está recurriendo a los recortes sociales, por temor al futuro del euro. Según se oye decir en la UE., España, al revés que los países mencionados, está haciendo bien sus deberes. Es decir, un país con un gobierno socialista se está plegando a los dictados de Bruselas, que van diametralmente en contra de los intereses de las clases bajas y medias. Es cierto que dichos recortes son necesarios –se ha vivido por encima de las propias posibilidades–. Pero, ¿por qué Zapatero, en su momento, cuando el “rescate” (hipoteca) de Grecia y de Portugal, no renunció a la presidencia del Gobierno y le echó la patata caliente a Rajoy, tan ansioso por gobernar? El PSOE no habría sufrido la debacle electoral de junio (autonómicas y municipales) y el PP de Rajoy tendría ahora que bregar con la cerrada oposición de las clases menos pudientes y medias, los sindicatos UGT y CC OO y demás grupos de izquierda. Con Zapatero en el poder, Rajoy se ha permitido el lujo de presentarse al electorado como defensor de los no privilegiados (en realidad, el PP protege a los ricos), como el hombre capaz de acabar con el terrorífico problema del paro. Ya veremos lo que hace Rajoy si llega a presidir al gobierno español. Yo no descarto que, pese al comodín Rubalcaba, para mí la víctima propiciatoria, el PP gane las elecciones anticipadas de noviembre.

Y Zapatero sigue poniéndole zancadillas a Rubalcaba. Según la UE, es preciso que España le ponga un techo al déficit de las autonomías. Zapatero ha llegado a un acuerdo con Rajoy al respecto. Mariano Rajoy ha aceptado porque “casualmente” dicho proyecto ya fue presentado por Rajoy hace dos años y rechazado con cierta burla por Rubalcaba. El pacto, que precisa una reforma en la constitución y que ya ha sido aprobado en el Congreso, tiene como objetivo, reducir los gastos de las autonomías. Principales víctimas: clases bajas y medias, educación, sanidad, pequeños empresarios y autónomos. La conservadora Europa aplaude a Zapatero por haber sabido calibrar lo serio de la situación en España por encima de ideologías. Un pedrusco más en el camino para Rubalcaba. Tal vez, España no necesita ahora un gobierno de izquierdas, sino una fuerte oposición socialista. Para ello, El PSOE también debería hacer sus deberes.

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